El periódico oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC), Granma, lanzó ataques contra activistas cubanos contra la discriminación social y la violencia de género.
La nota, firmada por el musicólogo, Oni Acosta Llerena, tomó como punto de partida que este martes comenzó a circular un texto llamado "El Estado y la alimentación del pueblo", bajo la firma del cantante Alexander Abreu, sin embargo, el verdadero autor es Dagoberto Valdés, director del Centro de Estudios Convivencia (CEC).
De acuerdo con el vocero del oficialismo, se trata de un "acoso racista" contra Abreu, debido a que él "defiende este proyecto social, o solo por no atacarlo".
Reconoce Acosta Llerena que "los mecanismos de interacción en redes sociales de internet y publicaciones en la web son el nuevo escenario en la guerra contra la cultura cubana, donde importan más los «me gusta» y que alguien comparta una publicación mediocre, que las ideas profundas y la verdad".
Una guerra sin armas donde el régimen cubano si no va perdiendo, lleva una muy mala racha, agregaría yo.
Para demeritar el trabajo que llevan a cabo activistas contra el racismo y feministas en Cuba, dijo que se trataba de un "panfleto oportunista".
Por último, señaló que "no estamos ante ningún movimiento social ni activismo, ni ante sensibles luchadores por causas como la infancia, la violencia contra la mujer o los derechos de los artistas negros cubanos".
Donde sí es un hecho que se ha naturalizado el racismo es en los medios estatales.
Precisamente a mediados de mayo, varios activistas antirracistas cubanos denunciaron el artículo "¿Por qué el holguinero es como es?", publicado en Ahora, el órgano oficial del PCC en la provincia de Holguín.
La activista antirracista cubana Sandra AbdAllah-Alvarez Ramírez expresó etomces su molestia por la publicación del artículo. "El racismo en la prensa cubana me va a fundir el coco", escribió la bloguera conocida como Negra Cubana. "¿Hasta cuándo es esto? Esta periodista, Rosana Rivero Ricardo, justifica el racismo de Holguín, dando una explicación 'histórica'. El Partido Comunista, el dueño de este y otros medios, ¿no se da cuenta de esto?", preguntó.
Uno de los párrafos más polémicos del texto firmado por la periodista Rosana Rivero Ricardo reza: "Para muchos, (los holguineros) somos racistas. Sin ánimos de justificarnos, solo de exponer las evidencias históricas, este rasgo tiene una raíz etno-social. El desarrollo económico de Holguín no se sustentó en las plantaciones azucareras, por lo cual la esclavitud fue predominantemente doméstica, con prevalencia de la raza blanca. Este hecho trasciende a la actualidad, influyendo en que persista, en algunos habitantes, una mentalidad influenciada por el prejuicio racial, aunque de forma muy solapada".