Una foto que circula por las redes sociales, muestra una estampa que según la propaganda del régimen castrista está desterrada de Cuba gracias a la fallida “revolución”. Un niño se encamina a la escuela primaria sin zapatos adecuados, calzado apenas con un par de chancletas de baño.
El gobierno de Miguel Díaz-Canel, se apresuró a reiniciar el curso escolar aun bajo el riesgo de la pandemia del coronavirus, y tampoco calculó –¿acaso alguna previsión hace la dictadura pensando en el pueblo? – que, en medio de la crisis de desabastecimiento, las familias estarían en peores condiciones de enviar a sus hijos a las clases.
La foto fue tomada este miércoles en la mañana, aseguró a ADN Cuba quien hizo la denuncia en Facebook, y se ve al pequeño con mascarilla sanitaria, encaminándose hacia la escuela.
La cubana que se identifica en rede sociales como María Cristina y realiza “denuncias de casos sociales”, escribió que las “tristes imágenes” se las enviaron desde el municipio San Juan y Martínez, en la provincia de Pinar del Río. Ella espera que gracias a que visibilizan el caso, le llegue alguna ayuda solidaria al pequeño.
“Un niño sin zapatos va a la escuela. Lleva unas humildes chancletas y el adoctrinamiento al hombro, combinación que resulta en la degeneración y el declinamiento de una sociedad que pierde la decencia para vivir”, expresó la denunciante.
Consideró que “las madres no estaban preparadas para el inoportuno curso escolar, que llega en medio de la calamidad y la poquedad y la incertidumbre. Aguanta esos zapatos remendados, aunque te aprieten porque si los rompes irás descalzo a la escuela... hoy te toca un pan con azúcar y no hay refresco... El pueblo no tiene seguro ni su dinero, ni su salud, ni la comida y los sueños sin alas andan buscando donde posarse para encontrar un rumbo”.
Aunque la pandemia de la COVID-19 en Cuba está lejos de terminar, a juzgar por el rebrote de las últimas semanas, y en contra de la oposición de amplios sectores de padres, el curso escolar inició en la isla el 1 de septiembre, a excepción de la capital.
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Pero el régimen imagina que todo lo puede y aseguró que no sería un desastre mandar a abrir las escuelas en medio de la aguda crisis sanitaria, pero sobre todo económica, de un país sin aseo, alimentos y con pocas medicinas.
Además, faltan uniformes y materiales básicos de estudio, mientras sobran las malas condiciones estructurales de muchas escuelas, según declararon varias madres en vísperas del retorno a las aulas.
Dairis González, una cuentapropista de Ciego de Ávila, no ha tenido estabilidad laboral la epidemia. A la incertidumbre por el posible contagio, suma la de encontrar alimentos.
“Con qué voy a prepararle merienda a mi hijo, incluso no le he podido comprar ni la mochila, ni los zapatos porque no hay, yo no los mando a la escuela con esta situación que estamos pasando, que me lleven presa si les da la gana, pero la salud de mis hijos está primero”, afirmó González a Radio Televisión Martí.
Similar posición asumió Leydis Tabares, en la ciudad de Camagüey, quien tiene un nieto que cursa el prescolar. Su principal preocupación es que enferme, además de la comida y las malas condiciones de los centros. “El niño no va a empezar la escuela, todo el mundo está en contra de que comience el curso escolar”, respondió Tabares.