El activista y opositor cubano Guillermo Fariñas afirmó que el expresidente estadounidense Barack Obama le mintió, porque su estrategia o salida para la solución del conflicto político con la isla desconocía a la oposición y el exilio, al tiempo que irrespetaba la historia y el sacrificio de los patriotas cubanos por la democracia.
Según Fariñas, Obama quería una salida “birmana” para Cuba, que en realidad no es democracia, dijo Fariñas este 3 de septiembre en el programa ‘Un socio pa' mi negocio’, del economista cubano Manuel Milanés y el popular humorista Bonco Quiñongo, que ADN Cuba transmite en vivo por sus plataformas cada martes.
El líder del Foro Antitotalitario Unido (Fantu) dijo en la entrevista que en ocasión de la visita de acercamiento de Obama con el régimen, a una reunión “invitaron catorce miembros de la oposición, de la sociedad civil, en la Embajada de Estados Unidos en La Habana”.
Al recordar el encuentro con el entonces presidente de Estados Unidos, Fariñas afirmó sobre Obama que “él hizo una pregunta, en primer lugar que si todos habíamos ido a Birmania (…) y después preguntó que si todos estábamos de acuerdo con una salida birmana para la situación de Cuba”.
“En Birmania hubo una junta militar que negoció con la oposición que el 50 por ciento de la Asamblea la designaban ellos y el otro 50 era el que iba a competencia. Con uno solo de los escaños competidos que ganaran los militares, ya tendrían la mayoría de la asamblea”, explicó el opositor sobre lo que significaría para Cuba una salida “birmana”.
Los militares se atribuyen el derecho de designar a los ministros de Interior y Defensa, al Fiscal General de la República, al ministro de Relaciones Exteriores, de Comercio Exterior, y otros puestos claves del gabinete, agregó al respecto, a la vez que detalló que la junta militar es la que escoge, dentro de todos los opositores que hay, quién es el que puede ir a competir por la presidencia del país.
“Desde mi punto de vista, y de muchos, eso no es democracia”, sentenció el premio Sajárov a la Libertad de Conciencia del parlamento Europeo en 2010. “Aquí no ha habido tantos fusilados, tantos presos por tantos años, tantas golpizas, para aceptar una salida birmana”.
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“Una salida birmana es una traición a la democracia. Así mismo se lo dijimos Berta Soler, Antonio Rodiles y yo a Obama”, apuntó el también conocido como "Coco", para quien la estrategia política de Obama con el deshielo irrespetaba “la historia y el sacrificio de los patriotas cubanos”. Era negociar con la tiranía para que mantuviera grandes cuotas de poder en una democracia disfrazada.
El encuentro en el que se hizo la propuesta, según Coco, fue filmado, por lo que de seguro algún día se desclasificará. Esa ocasión fue la segunda vez en la que personalmente vio al expresidente Obama y asegura que fue la ratificación de que en el primer encuentro que tuvieron éste le mintió.
Por primera vez se vieron en diciembre de 2013, en casa de Jorge Mas Santos, en Miami, donde Fariñas, junto con Berta Soler, le preguntó al presidente si estaba negociando con el gobierno de Cuba. “Él me dijo que no y le hice una segunda pregunta: si usted negocia con el gobierno cubano, ¿va a tener en cuenta a la oposición interna y al exilio?”
Me dijo que sí, pero tras leer el libro del difunto cardenal Jaime Ortega nos dimos cuenta que cuando le pregunté ya se estaba negociando en el Vaticano y en Canadá, afirma Fariñas.
La periodista independiente Miriam Celaya González, una de las participantes en la reunión del 22 de marzo del 2016, refutó mediante un post en Facebook parte de lo dicho por Fariñas. Comenzó diciendo que fueron 13, y no 14 como afirma el líder de Fantu, los activistas y líderes opositores convocados.
Sobre todo, afirmó “categóricamente” que “en ningún momento” Obama planteó un modelo de transición al estilo del de Birmania. Según Celaya González, “el tema central de aquel encuentro fue el intercambio de opiniones sobre la política de acercamiento (deshielo) que había impulsado su administración”.
Aseguró que el mandatario demócrata no puso ningún plan específico sobre la mesa, si no que “la solución del problema cubano nos correspondía exclusivamente a nosotros, los cubanos, y que si su política [la de Obama] resultara fallida -tal como resultó, (…) por la renuencia de las autoridades cubanas a abrir espacios de participación ciudadana dentro de la Isla- él sería el primero en reconocerlo”.
Miriam Celaya reconoció en su publicación que “en efecto, tanto él [Fariñas] como Berta Soler y Antonio González Rodiles se manifestaron abiertamente contrarios a la política de diálogo entre los gobiernos de Cuba y EE.UU”.