Tony Taylor, ex pelotero cubano que participó en 19 temporadas de Grandes Ligas en Estados Unidos, falleció este jueves a la edad de 84 años en Filadelfia, ciudad donde consiguió sus mayores logros como jugador.
Antonio Nemesio Taylor, nacido en el Central Alava, en Matanzas, Cuba, murió debido a complicaciones asociadas a un accidente cerebrovascular sufrido el pasado agosto, tras participar en un evento en el Citizens Bank Park de Filadelfia.
El destacado jugador de cuadro participó en 15 temporadas con los Filis, convirtiéndose en uno de los favoritos de la afición gracias a sus habilidades y carisma. En 2002 fue exaltado al Salón de la Fama del equipo con el cual disputó 1003 partidos como segunda base, lo cual constituyó un record hasta que Chase Utley lo sobrepasó.
El socio gerente de los Filis, John Middletons dijo sobre Taylor al diario Philadelphia Enquirer que “su talento en el beisbol solo fue superado por su personalidad cálida y atractiva, ya que siempre tenía tiempo para hablar con los fanáticos cuando visitaba Filadelfia para el fin de semana de ex alumnos.”
Además de sus dos etapas con la franquicia de Pensilvania, Taylor formó parte de los Cachorros de Chicago y los Tigres de Detroit, en una carrera donde finalizó con promedio ofensivo de .261, 298 dobles, 86 triples y 75 jonrones.
Además, el talentoso infielder cubano impulsó 598 carreras, anotó 1005 y robó 234 bases a lo largo de 2195 partidos en el mejor béisbol del mundo, al cual llegó luego de abandonar su país natal.
Según ha recogido el analista Francys Romero en su libro “El Sueño y La Realidad”, Oliva debió abandonar Cuba luego de que el régimen de Fidel Castro decidiese eliminar el deporte profesional. Tanto Tony como su hermano Jorge salieron para no volver jamás al país donde nacieron.
Después de su carrera como jugador, Taylor se desempeñó como entrenador de Grandes Ligas con los Filis (1977-79; 1988-89) y Florida Marlins (1999-2001; 2004). También fue manager en el sistema de ligas menores de Filadelfia desde 1982 hasta 1987, entrenador para los Gigantes de San Francisco (1990-92) y coordinador con los Marlins (1993-99), ambos en ligas menores.
"Cada vez que me pongo el uniforme, me divierto mucho", dijo Taylor en 1985. "Por eso me metí en el béisbol en primer lugar, porque me encantó. Para mí, el día no es el correcto hasta que te pones el uniforme y cruzas la línea blanca. Y cuando vuelves al vestuario y te quitas el uniforme, eso es todo, ahí es cuando se detiene la diversión."
Los funerales de Tony Taylor aún no han sido anunciados por la familia, de los cuales le sobreviven su esposa Clara y sus hijos.