La activista Marthadela Tamayo y su esposo Osvaldo Navarro, fueron detenidos por agentes de la Seguridad del Estado, en la tarde de este jueves. La arbitrariedad ocurrió en presencia de la madre de Tamayo cuando la acompañaban a comprar alimentos, y terminó con sendas multas a la pareja de cubanos.
Ambos activistas pertenecen al Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR), denunció que la policía política del régimen los amenazó. “Voy a ser implacable con ustedes”, aseguró el represor que se hace llamar mayor Alejandro de la Seguridad del Estado cubana, según Diario de Cuba.
Tamayo compartió en Facebook la evidencia de las multas impuestas. Este nuevo arresto en tiempos de pandemia sucedió en la panadería de su barrio, cuando la familia hacía un recorrido para comprar alimentos para darlos a unos obreros de la construcción que laboran en su casa.
El operativo incluyó “una patrulla con dos policías uniformados los cuales nos pidieron el carnet de Identidad, yo le dije que no portaba el carnet porque estaba en los bajos de mi casa y que iba a cruzar una calle no más con mi mamá y con mi esposo”, explicó la activista, que ya ha sido acosada por sus opiniones políticas y está impedida, arbitrariamente, de salir del país a pesar de invitaciones de organismos internacionales que la reconocen como una líder de la sociedad civil.
Aunque Osvaldo Navarro si tenía su identificación oficial, los policías los arrestaron y condujeron a la 4ta Estación policial del Cerro (La Habana). Su esposo “le dijo [al mayor] que no iba a montar en la patrulla y entonces los policías les dijeron, te montas porque ustedes son caso de la Sesión 21”.
Según Tamayo, su madre intentó fotografiar el abuso con un teléfono celular, pero “uno de los policías reaccionó de una manera hostil con ella”.
Navarro “abrió la puerta del carro la cual no tenía seguro aún y le dijo al policía que si se atrevía a tocar a su suegra que era una señora mayor se las vería con él. El otro policía se bajó, entro en una discusión con Osvaldo por la foto hizo mi mamá y después le pidió que se montara nuevamente” en el automóvil.
Una vez en el cuartel de policía, “el mayor Alejandro llevó los interrogatorios, este nos mandó a multar porque según él yo había sido citada en dos ocasiones el pasado mes de marzo del presente año y no me presenté a ninguna de las dos [,] y que Osvaldo fue citado una vez y también se negó a ir”.
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Pero el principal interés del represor, era amenazarlos por el activismo del Comité Ciudadanos por la Integración Racial.
“Nos dijo que el CIR no desarrollaría su trabajo en el tema de género ni permitiría que avanzara en su agenda en el tema racial. En el caso del tema racial le expresó a Osvaldo que era una 'amenaza a la Unidad Nacional' y que en Cuba no existe racismo”.
El oficial de la seguridad añadió que “esto no es Estados Unidos”, refiriéndose a las críticas de los cubanos que, mientras se han solidarizado con los afroamericanos por la muerte de George Floyd, también han señalado discriminación institucional y policial conta afrocubanos bajo el régimen de La Habana.
La activista denuncia que la policía “hizo alusión a la carrera artística de mi esposo y le comunicó que no cogería un micrófono ni en el 'patio de su casa', con lo relacionado al género enfatizó que no me 'preocupara por pedir una Ley de protección para las mujeres' que ellos no iban a ceder ante ninguna presión que se haga desde la sociedad civil”.
El oficial de inteligencia aseguró a los activistas -según el testimonio de Tamayo- que, a pesar de la pandemia del coronavirus, “él no se había retirado de la escena, (…) estaba al tanto de todo y venía con más fuerza aún”.
La detención duró tres horas y media. Luego de la liberación, “tuvimos que venir para nuestra casa caminando desde la 4ta del Cerro hasta el Casino Deportivo bajo la lluvia, además”.
Lo cierto es que en Cuba, precisamente por los días del trágico hecho en Minneapolis, se debatía sobre el racismo institucional y sus expresiones en los medios de comunicación controlados por el Partido Comunista. Recientemente han estado en el centro de la polémica por artículos racistas, según denunciaron activistas afrocubanos, y por promover estereotipos discriminatorios en sus redes sociales.
En la isla un afrodescendiente opositor del régimen permanece encarcelado por manifestarse públicamente contra la dictadura de los Castro. Lucinda González, la esposa del prisionero político cubano, Silverio Portal, aseguró este 28 de mayo que el activista perdió la visión de un ojo por una golpiza que le propinaron en la cárcel.