Las asociaciones médicas de Nicaragua llamaron este lunes a la ciudadanía a iniciar "con urgencia" una cuarentena voluntaria nacional, para mitigar el impacto de la pandemia del COVID-19 en el país, donde los hospitales empiezan a mostrarse saturados.
"Llamamos al pueblo a iniciar con urgencia una cuarentena nacional de forma voluntaria, que ayude a reducir el impacto de esta enfermedad, con la reducción del contagio, transmisión y muerte entre la población", señalaron las 34 asociaciones médicas nicaragüenses que firman la convocatoria.
Según datos oficiales, la pandemia ha causado 759 casos y 35 muertos en Nicaragua. Por su parte, el independiente Observatorio Ciudadano COVID-19 reporta 3.725 contagiados y 805 fallecidos.
El gremio médico calificó la situación de Nicaragua como "dramática", y agregó que "amenaza con agravarse en los próximos días y semanas, con terribles y funestas consecuencias".
La cuarentena propuesta por las asociaciones médicas consiste en un encierro voluntario de entre 21 y 30 días, comprar alimentos una vez por semana, mantener una distancia de al menos 1,5 metros con otras personas, usar mascarillas y caretas faciales fuera de casa, y lavarse las manos de forma constante.
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Los médicos también demandaron al sector privado a tomar "medidas enérgicas" ante la pandemia, con "acciones que reduzcan el riesgo de exposición y transmisibilidad, no solo con medidas de higiene personal, sino con acciones como el cierre temporal de los negocios no esenciales, mientras se reduce el número creciente de contagios".
"Esta es la única manera que ha demostrado el control de la enfermedad, basado en experiencias de otros países que han mitigado y disminuido el contagio, consiguiendo el aplanamiento de la curva y control de la pandemia", explicaron las asociaciones médicas.
La urgencia de los médicos se basa en que Nicaragua presenta "hospitales saturados, falta de camas, falta de medicinas y de productos tan esenciales como el oxígeno", así como "decenas de médicos y trabajadores de la salud" contagiados o fallecidos por COVID-19.
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Advirtieron que en el país habrá "mayor pérdida de vidas, si de parte de las autoridades correspondientes se continúa negando la situación y no se toman con urgencia medidas de lucha antiepidémica y a gran escala".
El Gobierno de Nicaragua ha sido criticado por no establecer restricciones ante la pandemia, implementar mínimas medidas de prevención, y promover aglomeraciones.
El presidente Daniel Ortega ha reiterado que la economía del país no se debe detener.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de Estados Americanos (OEA) ya han expresado su preocupación por cómo se maneja la pandemia en Nicaragua, cuyas autoridades han comparado su modelo con el de Suecia.
La oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) también han pedido al Gobierno nicaragüense que garantice el derecho a la salud.