Epidemiólogos cubanos aseguraron que la Covid-19 ya puede considerarse una enfermedad endémica de Cuba. Eso no debe provocar alarma: según dijeron es una fase normal de muchas enfermedades, que implica su reproducción controlada en una población determinada.
Los científicos aseguraron que el sistema de salud cubano puede controlar la nueva fase de este padecimiento: la endemia, es decir, la presencia habitual de una enfermedad o un agente infeccioso en una determinada zona geográfica o grupo de población. A partir de ahora el coronavirus será parte de las enfermedades que el sistema de salud cubano tendrá que controlar y monitorear, por lo menos hasta que se erradique.
El sistema de salud ha eliminado 14 enfermedades infecciosas, otras nueve no constituyen problema por presentar tasas de infección inferiores a 0,1 por 100 mil habitantes y cinco enfermedades tienen tasas de incidencia en muy bajos niveles. Por tanto, actualmente 29 enfermedades transmisibles o alguna de sus formas clínicas se mantienen controladas.
Para Armando Seuc, doctor en Matemáticas de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana y miembro del equipo nacional que hace el seguimiento del coronavirus, el comportamiento endémico es casi imposible de evitar ya que es muy alta la población susceptible.
“Hoy no llegamos a los dos mil casos reportados. Tener entre 10 y 20 casos diarios, aunque no lo queramos, es un comportamiento que pudiéramos decir habitual”, declaró Seuc a Cubadebate.
“Cierto grado de población va a estar enferma durante un tiempo largo, por eso es que se denomina endemia”, acotó. A partir de este momento se impone un mayor control de la enfermedad, un seguimiento más preciso de cada caso detectado y un levantamiento prudente de las medidas de aislamiento, teniendo en cuenta las características de cada lugar.
A juicio del catedrático, uno de los errores en varios países ha sido levantar aceleradamente las medidas por las grandes presiones económicas existentes. “De las ocho medidas más comunes para desescalar, la primera es la apertura de los centros laborales, sin embargo, la que muy pocos implementan es la realización de eventos públicos, actividades culturales y deportivas, para evitar las grandes concentraciones de personas”, puntualizó.
No obstante, la experiencia internacional indica que en los lugares donde las medidas de desescalamiento han estado mal ejecutadas, hay que imponer un control incluso mucho más riguroso que antes.
El SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19, ya ha sido diagnosticado en más de 5,5 millones de personas en todo el mundo, con la triste cifra de 345 mil 433 muertos hasta este martes. Los expertos no tienen claro cuándo se podrá frenar su expansión y ahora pronostican que el virus podría no desaparecer nunca.