Policía niega entrada a extranjero en tienda de La Habana

Un policía impidió a un extranjero, casado con una cubana, entrar a una tienda a comprar alimentos
Las colas son frecuentes en Cuba aún en tiempos de COVID
 

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Un ciudadano extranjero, casado con una cubana residente en La Habana, fue requerido hace unos días en una cola de la tienda Panamericana de 25 y 12 en el Vedado por un oficial del régimen que le negó el ticket de acceso al establecimiento.

Según la persona, en conversación con ADN Cuba y prefiriendo mantener el anonimato, se levantó bien temprano y fue a la tienda donde otras veces ha hecho la misma cola, y con los mismos tickets.

“El policía”, comenta, caminaba alrededor de la cola blandiendo su tonfa: “Realmente no me pareció intimidante; en mi país ellos no dudan en apuntarte con un arma, pero la imagen que estaba dando era pésima”. 

Los extranjeros que se mantienen en Cuba, cuatro mil 347 según el parte emitido por el MINSAP el 7 de mayo, tendrán que esperar hasta que pase la pandemia y sean reabiertas las fronteras para poder regresar a sus países. Eso significa que también están a expensas de las medidas del gobierno para combatir el coronavirus

No todos están alquilados en hoteles o casas de renta. En su caso, reside con su esposa cuando viene, por lo que le asisten los mismos derechos que un cubano por ley:

–artículo 42 de la Constitución de la República: “todas las personas son iguales ante la ley, reciben la misma protección y trato de las autoridades y gozan de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin ninguna discriminación por razones de sexo, género… origen nacional o territorial… Todas tienen derecho a disfrutar de los mismos espacios públicos y establecimientos y servicios… –

“-Me dijo que como era turista y no tenía carné de cubano, no podía hacer la cola y no me daba el ticket, entonces enseñé mi pasaporte y le dije que estaba casado en Cuba con una cubana, pero que no tenía residencia permanente. Esta vez no había lista, solo cupones. Otras veces que he ido a comprar la policía no me dicho nada. Esa mañana tuve que irme, perdí mi tiempo”.-”, declara.

El uso del ticket como vía de acceso a las tiendas ha intentado ser un paliativo para controlar a revendedores y familias enteras que colman las largas filas. La lista, con número de carné, nombre y apellidos, es una de las tantas medidas ineficientes que se usan para tratar de camuflajear un problema enorme de distribución por parte del gobierno, que es, en definitiva, el verdadero culpable.

 “-Llamé a la policía y expliqué lo sucedido, me dijeron que era Inmigración la encargada de solucionar mi problema, que ellos me podían dar un papel donde dijera que podía comprar en las tiendas. Marqué a Inmigración y nadie atendió-”, comentó frustrado.

 

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