Mediante un operativo en la zona fronteriza de Omoa, Honduras, la Policía Nacional a través de la Unidad de INTERPOL de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y Policía de Fronteras, detuvo de manera flagrante a un ciudadano que realizaba el traslado irregular de dos migrantes cubanos.
De acuerdo con el comunicado oficial, los extranjeros ingresaron por un punto ciego entre Honduras y Nicaragua y en el sector los esperaba el sospechoso para realizar su traslado por el territorio hondureño en un vehículo tipo pickup, marca Nissan, el cual fue decomisado.
El ahora detenido es un ciudadano de 48 años de edad, originario y residente en el municipio de Talanga, del departamento de Francisco Morazàn.
A él se le prepara expediente investigativo por la comisión del delito flagrante de tráfico ilegal de personas, y posteriormente será remitido a la Fiscalía Especial de Trata de Personas de la Ciudad de San Pedro Sula.
Mientras tanto, los ciudadanos cubanos serán puestos a la orden del Instituto Nacional de Migración, para que coordinen la expulsión.
Cebe mencionar que el sospechoso y los extranjeros pasaron por los protocolos de bioseguridad para descartar que alguno presentara síntomas parecidos a los de la COVID-19 y así evitar su propagación.
Honduras tiene una situación bastante crítica con la enfermedad, pues se reportan 1685 casos de coronavirus y 105 fallecidos.
En enero pasado, cubanos en Uruguay también denunciaron que podrían haber sido víctimas de tráfico de personas, pero tienen temor a denunciar.
Así lo reportó el sitio Subrayado, debido a una investigación que se encontraba realizando la Asociación de Cubanos Residentes en Uruguay y la Universidad de la República.
Yoendris Lastre Bello, presidente de la Asociación explicó que buscan sensibilizar a las personas para “que no vean esta manera como la posibilidad de ingresar al país” y aseguró que lo más seguro es pedir la visa.
Lamentablemente también hay cubanos metidos en el negocio de la trata en Uruguay.
En abril del 2019, la Fiscalía de Pando imputó a cuatro ciudadanos cubanos por varios delitos, entre ellos el tráfico ilegal de personas, la explotación sexual de menores y la venta de droga, luego de una investigación que comenzó el pasado 10 de enero.
La Fiscalía relató en el pedido de formalización que todo ocurrió en Migues, Canelones, donde un grupo de cubanos se encontraba haciendo trabajos zafrales. En un primer momento, eran doce ciudadanos, pero en los últimos meses solo quedaron cuatro, los que finalmente fueron imputados.