En el Consejo de Defensa Provincial de La Habana se anunciaron las medidas de “aseguramiento” para enfrentar el pico de la COVID-19 pronosticado en el país. Se les ocurrió, entre las nuevas disposiciones para garantizar “servicios básicos”, implementar una nueva red de 70 puntos para vender malta “a granel”.
“Este lunes debe concluir la instalación de los dispensadores por parte de [la empresa de bebidas] Bucanero y comenzar el abastecimiento a los lugares definidos para esta venta”, indica una nota publicada en la página web de la estatal Radio Ciudad de La Habana.
“Para esta etapa es imprescindible hacer hincapié en que se cumpla con el aislamiento social, la organización en las colas para la compra de alimentos, así como en mantener una alerta constante para evitar cualquier complicación en centros con grupos vulnerables”, señalaron los funcionarios de la capital.
Sin embargo, es probable que la iniciativa de venta de malta a granel no haga otra cosa que provocar más colas y aumente el riesgo de contagios. Los pobladores siguen como pueden las recomendaciones de aislarse, pues en Cuba la prioridad sigue siendo encontrar comida, ante el desabastecimiento generalizado.
Según las autoridades, hay “en total 493 unidades de comida [cocinada] para llevar en la provincia”, luego de comprarla al estado.
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Durante la reunión de los representantes del régimen, se dieron indicaciones para aumentar las ofertas gastronómicas a la población a propósito del Día de las Madres el próximo domingo: “desde los restaurantes estatales, los mercados y las panaderías y dulcerías; también para esa fecha se implementarán medidas organizativas para la asistencia a los cementerios”.
Se anunció, además, que CIMEX y Tiendas Caribe que venden en divisas, comenzaron este lunes la distribución de mercancías de la semana. Según el gobierno local “unas 60 unidades comercializarán productos frescos y otras 42 venderán los de aseo e higiene”, aunque no aclaran la cantidad ni variedad de esos suministros, que siempre están lejos de satisfacer las demandas básicas de la población.
En tanto, Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido Comunista en La Habana informó que también implementarán medidas más extraordinarias tanto en el ámbito epidemiológico como clínico.
Por su parte, Carlos Alberto Martínez Blanco, director provincial de Salud, añadió que se evalúa la necesidad real de medios de diagnósticos durante el pico de la epidemia, para garantizar así su disponibilidad; así como las condiciones en todos los centros hospitalarios.
En La Habana, epicentro de la pandemia en la isla, el índice de incidencia de la COVID-19 es de 37,09 por cada 100 mil habitantes y existen hoy seis municipios por encima de la media: Cotorro, Centro Habana y Cerro. La edad predominante en los casos confirmados oscila entre los 15 y 59 años.
