Como prueba fehaciente de que los peores momentos pueden volver, y parece volverán como consecuencia de la crisis desatada por la pandemia del coronavirus y la ineficiencia, variable constante –aunque muchas veces también creciente- de un sistema agotado e improductivo, recientemente una unidad empresarial de Cuba anunció que retomará la producción de detergente líquido de henequén.
Creado en el período especial para intentar paliar la férrea escasez de productos de limpieza e higiene, la producción del detergente de henequén será retomada por la Unidad Empresarial de Base Henequenera Francisco del Sol, de Juraguá.
Se retomará porque a esa iniciativa de un tiempo de crisis aguda “estamos conminados otra vez”, tal y como destaca en su reporte al respecto el medio Radio Cruces, con una resignación y sinceridad no habituales para nada en el tradicional discurso triunfalista de la prensa oficial cubana.
Es como si entre líneas, anunciando un “nuevo” producto que volverá a los hogares cubanos de la mano de una empresa estatal socialista, incapaz como todas las de su clase en Cuba de producir mucho y con calidad, el medio oficialista dejase caer que la crisis que se viene, o ya está, es tan grave como la de inicios de los 90, al punto de que nos conmina a volver a inventos tropicales como el susodicho detergente de henequén.
Radio Cruces precisa que el presidente del Consejo de Defensa Provincial (CDP), Félix Duartes Ortega, acudió a la planta de dicha unidad empresarial y “emitió orientaciones precisas” para “la puesta en vigor de un sistema de atención priorizado a esta industria por parte de la Delegación de la Agricultura, en pos de comenzar cuanto antes una línea que, según el jefe de brigada industrial de la Henequera, Amaury Sarría Rosales, se desechó al producirse una mejoría económica del país, pero que resulta perfectamente retomable ahora”.
“Perfectamente retomable” porque, se diga o no, la escasez parece que pica y se extiende. Ya anticipó el Granma el lunes, en su artículo desaparecido a falta de un “dato esperanzador” que nunca llegó, que Díaz-Canel instó al Consejo de Ministros a explicar a todos con claridad lo difícil que está la situación económica por culpa del coronavirus, que ha puesto a sufrir a todo el mundo, pero más a países con economías frágiles, como la cubana.
Además del anuncio del rescate de tamaño producto, el medio oficialista detalló cómo la empresa podría producirlo en un volumen considerable, útil vaya a saber para qué. A falta de pan, casabe, dirían los abuelos cubanos y sí, es cierto. Sin embargo, es harto conocido que esos remedios del comunismo caribeño solo son muestras de desesperación. A nadie satisfacen y, tan pronto vuelva, todos estarán deseando su nueva desaparición porque podría significar que vienen tiempos menos malos de lo habitual en “la Cuba revolucionaria”.
