Si no has adquirido un nasobuco y eres de Las Tunas, Cuba, no podrás comprar papas en los mercados cuando saquen próximamente.
Según reportó el periódico 26, solo se permitirá la entrada al establecimiento de un representante del núcleo familiar con nasobuco puesto.
La venta inicia en los primeros 10 días de este mes de forma paulatina en todos los municipios de esa provincia.
También explican que los niños, las embarazadas, los adultos mayores y los vulnerables a enfermarse por el nuevo coronavirus no deben acudir a dichos espacios.
El ministro de salud pública en Cuba, José Ángel Portal, recomendó hace días el uso del nasobuco a todo momento, de los que hacen en las casas las costureras, o que se pueden adquirir en la red de Atelier a lo largo de la isla, y en algunos casos hacerlos a mano.
Varios medios de prensa oficialistas se suman a esta campaña mostrando incluso como hacer las mascarillas y la importancia de utilizarlas en estos momentos de crisis sanitaria mundial a causa de la COVID-19.
Debido a la crisis mundial desatada por el coronavirus Covid-19, y a la falta de mascarillas en Cuba, las producciones de nasobucos se aceleran en provincias como Santiago de Cuba, y a ello aportan mujeres del sector estatal y privado. En esta provincia tanto los talleres textiles estatales, como los productores privados, se enfrascan en la elaboración de nasobucos como barrera de contención ante la amenaza de que pueda llegar hasta ese oriental territorio la pandemia del nuevo coronavirus.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud solo recomienda el uso de mascarillas o nasobucos en el caso de las personas que presentan síntomas de la COVID-19 y en el de quienes cuidan de personas que tienen síntomas como tos o fiebre.
Las autoridades sanitarias de Cuba confirmaron 36 casos más de coronavirus en la isla, al cierre de este jueves 2 de abril, para un total de 269 infectados.
Hasta el cierre del día de ayer, en Cuba se encuentran ingresados 3 mil 241 pacientes, de ellos mil 518 sospechosos y 247 confirmados. Otras 26 mil 587 personas se vigilan en sus hogares, desde la Atención Primaria de Salud.