Al menos una persona ha muerto en Luisiana y toda la ciudad de Nueva Orleans quedó sin electricidad el domingo después de que la tormenta tropical Ida tocara tierra estadounidense como un huracán de categoría 4.
La muerte de un hombre, de unos 50 años, se produjo en la parroquia Ascension Parish, al sureste de Luisiana, luego de que un árbol cayera sobre su casa, confirmó el Departamento de Policía del condado de Ascension en su cuenta de Facebook.
Los devastadores vientos durante la tarde del domingo llegaron a alcanzar alrededor de 150 MPH, dejando sin luz a toda la ciudad de Nueva Orleans, arrancando los techos e invirtiendo el flujo del río Mississippi.
“Ida continúa avanzando hacia el norte sobre el suroeste de Mississippi. La peligrosa marejada ciclónica y las inundaciones repentinas persisten sobre partes del sureste de Luisiana, el sur de Mississippi y el sur de Alabama”, escribió el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés).
Los vientos de Ida rondaron la categoría 5, lo que llevó a que miles de residentes evacuaran Nueva Orleans y la zona costera de Luisiana el día sábado.
La salida de miles de personas de la zona costera provocó congestión de tránsito y la escasez de combustible en numerosos puntos de Nueva Orleans.
“Esta es una tormenta que nos va a poner a prueba de maneras que no hemos experimentado hasta ahora”, advirtió el gobernador de Luisiana, John Bel Edwards.
Edwards aseguró que las acumulaciones de agua llegarían hasta 4,8 metros de altura por ser una de las tormentas más fuertes que golpearían el estado desde 1850.
Más de 800.000 hogares y negocios se quedaron sin electricidad en Luisiana luego de que la tormenta Ida tocara tierra, en especial al sureste del estado, confirmó el sitio PowerOutage.
Por su parte, la alcaldesa de Nueva Orleans, LaToya Cantrell, había pedido a los residentes que no salieran a las calles. “Por favor no se aventuren en las calles, no es momento para turismo”.
La tormenta Ida azotó el mismo día en el que el huracán Katrina devastó los mismos estados hace 16 años, tocando tierra como un huracán de categoría 3 tras haber sido un huracán de categoría 5 con vientos máximos sostenidos de 173 MPH y que mató a más de 1.800 personas.