El Paris Saint-Germain de Thomas Tuchel arrasó con el RB Leipzig este martes en la primera semifinal de la Champions League 2019-2020. Con goles de Marquinhos, Di María y Bernat, los franceses golearon al equipo de Julian Nagelsmann que presentó su peor cara de la temporada, justo en el momento en que necesitaban la mejor.
Tuchel estudió hasta el último clavo en el andamiaje táctico del joven técnico de la Red Bull y eso se notó desde el principio. El PSG le dio de su misma medicina al Leipzig, que se vio sorprendido y sin respuesta para la estrategia perfectamente planificada desde las oficinas del club parisino.
PRESIÓN ALTA EN LA SALIDA
Sabiendo Tuchel que el Leipzig gusta de salir con el balón controlado, dispuso un sistema de pressing colectivo que atacaba el saque en corto de Gulacsi. Neymar por el centro, flanqueado por Mbappe (izquierda) y Di María (derecha) se colocaban en el borde del área grande e inmediatamente salían a cortar las líneas del segundo pase. Ander y Paredes también ayudaron mucho presionando la segunda línea del Leipzig.
El equipo de la bebida energética parecía quedarse sin recursos para sobrepasar el cerco francés y perdió en varias ocasiones en zonas peligrosas la pelota. El gol de Di María, sin ir más lejos, fue fruto de esta situación.
MOVILIDAD TÁCTICA
Tal y como lo hiciera el propio Nagelsmann frente al Atlético de Madrid, Thomas Tuchel fue permisivo con los cambios posicionales de su equipo. Desde el inicio, decidió jugar sin delantero fijo, para que Neymar hiciera las veces de “falso 9”, mientras que Mbappe lo mismo se pegaba a la izquierda, que armaba pareja con el brasileño, dependiendo del esquema adoptado, el cual variaba brillantemente de un 4-3-3 a un 4-4-2 sin previo aviso.
Esto desconcertó a la defensa del Leipzig al punto que hicieron 24 faltas en el partido, casi el doble de las que cometió el PSG (13).
TENENCIA EFICAZ DEL BALÓN
Se suponía, antes del partido, que el RB Leipzig iba a ser el manejador del balón en buena parte del tiempo de juego. Pues nada más lejos de la realidad. El París salió a robarle la iniciativa a sus rivales (cosa que ellos le hicieron al Atleti) y fue el claro dominador de la posesión durante casi todo el partido. El Leipzig se acurrucó en su parcela defensiva y dejó espacio para que Ander, Di María, Neymar y Paredes llevaran el balón a su antojo mientras trazaban la ruta de cada ataque.
Los números no mienten, 57-43 (%) la posesión de la pelota para el PSG, que además de manejar la redonda muy inteligentemente, se mostró seguro cada vez que salió con ella controlada desde la zona defensiva.
CONTUNDENCIA
La mejor noticia de todas es que los tres elementos anteriores tuvieron una repercusión espectacular en el marcador final. Es decir, la presión alta, la movilidad en el frente de ataque y la posesión inteligente del balón, provocaron que el PSG ganara por un claro 3-0 a un Leipzig que no tuvo muchas oportunidades. Según las estadísticas de la UEFA, los parisinos tuvieron 5 grandes chances de gol y anotaron en 3 de ellas, eso se llama contundencia de cara al arco rival.
Es verdad que falta el gol de Neymar, es cierto que, aunque está en una forma extraordinaria, se le ha visto fallar grandes ocasiones de gol, pero podría ser que el “10” brasileño tenga guardada su vacuna para la gran final del próximo domingo 23 de agosto de 2020.
Por lo pronto, será para el PSG su primera final de Liga de Campeones en su historia y ya espera a su rival que saldrá del Bayern-Lyon de esta tarde (3:00 p.m. hora de Cuba) en el Jose Alvalade de la capital portuguesa.