300 millones después el rescate parece muy difícil

Cuando en junio de 2018, Zinedine Zidane renunciaba a seguir en el Real Madrid luego del hito de ganar tres Champions League consecutivamente, muchos pensamos que sabía muy bien lo que se venía con la salida de Cristiano Ronaldo y la elevación al nivel Dios de esos futbolistas que habían conquistado Europa en pleno siglo 21.
300 millones después el rescate parece muy difícil
 

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Cuando en junio de 2018, Zinedine Zidane renunciaba a seguir en el Real Madrid luego del hito de ganar tres Champions League consecutivamente, muchos pensamos que sabía muy bien lo que se venía con la salida de Cristiano Ronaldo y la elevación al nivel Dios de esos futbolistas que habían conquistado Europa en pleno siglo 21.

Todos creímos que Zizou sabía que esa plantilla era un horno para cocinar conformismo y autocomplacencia y que había tomado una decisión inteligente al abandonar el barco antes que sucumbiera.

Entonces -efectivamente- se vino el desastre. La temporada 2018/2019 fue de las peores en la historia de Real Madrid, tanto en lo deportivo como en lo institucional, desde el momento de elegir el sustituto del francés hasta cambiar en 3 ocasiones de entrenador en apenas 10 meses.

Precisamente 10 meses tardó Zidane en regresar al banquillo del Bernabéu. Con aires salvador -y pantalones pirartas- prometió cambiar todo lo que debía ser cambiado (esa frase me suena) y juró construir el nuevo Madrid que volvería a dominar en casa y también fuera de ella.

Su sola presencia en los últimos partidos de la temporada pasada no mejoró la malísima actuación que venían arrastrando desde su partida, elemento que seguramente debió tener en cuenta el estratega para convencerse de que realmente necesitaba hacer una revolución en el vestuario.

 

Real Madrid

Pasó el tiempo, llegó el verano, llegaron los fichajes, arribó el galáctico más deseado, e intentó deshacerse de sus "estorbos" (y digo intentó porque no lo logró) pero el panorama no cambió en nada.

Fue una pretemporada para el olvido, llena de dudas, de pruebas que salieron mal, de ruedas de prensa hostiles, de libras de más en sus fichajes y hasta de goleadas escandalosas que dolieron más de lo que se cree.

Pero todo se perdonó, eso era preparación, no había que estar preocupado. Empezó la liga con victoria y se armó la fiesta entre los blancos corazones rotos por un año de sufrimiento, pero no duró mucho la celebración. Otra vez se vió al mismo Real Madrid inoperante y deficiente, con falta de actitud -e incluso de aptitud- que dejó puntos importantes delante de su público.

Recién salió en el diario español Marca un estudio muy interesante que demuestra que el Real Madrid es el club (de los grandes de Europa) que más titulares retiene hoy en sus alineaciones desde hace varias temporadas atrás.

Visto lo visto, entonces es normal que vuelvan recurrentemente las mismas problemáticas, si no estirpas de raíz el tumor, tendrás metástasis en unas semanas, eso no es descubrir el agua tibia. El Real Madrid sigue con las mismas necesidades 300 millones de euros después. Necesita defender bien, requieren transiciones rápidas y efectivas y sobre todo urge anotar goles.

En fin, se le acaba el tiempo a Florentino Pérez y a Zinedine Zidane para intentar reparar el buque, o más bien, encargar uno nuevo al astillero más cercano. Este Real Madrid no pinta bien y puede resultar que el rescate milagroso, se convierta en un infierno de cual sea demasiado tarde para salir sin quemaduras graves y secuelas permanentes.

5 días y cierra el astillero...

 

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