Como si las décadas de escarnio público y exilio forzado a los peloteros cubanos que buscaron oportunidades en el béisbol profesional se hubiesen borrado de un plumazo, el presidente de la Federación Cubana de Béisbol acaba de admitir la posibilidad de que estos regresen a jugar con el equipo nacional.
Durante una emisión del programa de la televisión cubana “La Jugada Perfecta”, Higinio Vélez habló sobre la posibilidad de que Cuba cuente en próximos eventos internacionales con un equipo unificado.
"En estos momentos es un tema que está en estudio, teniendo la experiencia de otros deportes y teniendo nuestra propia experiencia. Hay jugadores que han jugado en Grandes Ligas y hoy juegan en Cuba. Todos los jugadores que quieran, las puertas están abiertas", dijo Vélez al periodista Héctor Villar.
Por primera vez desde la década de los sesenta del siglo pasado las autoridades del régimen cubano contemplan la posibilidad de contar con los servicios de los peloteros que abandonaron delegaciones oficiales o salieron de la isla ilegalmente, arriesgando sus vidas por un mejor futuro.
“Estos atletas que están fuera hoy en día, por diferentes razones, las cuales todo el mundo conoce, y muchas de ellas fundamentalmente económicas, no por problemas ideológicos ni mucho menos, algunos fueron inducidos, otros fueron engañados, pero somos cubanos todos y nosotros siempre hemos hablado del equipo Cuba", dijo Vélez al presentador Héctor Villar.
Sin embargo, Vélez no hizo alusión alguna a una disculpa pública para aquellos que durante décadas fueron llamados “traidores”, “mercenarios” o, en término preferido por Fidel Castro, “mercachifles”.
En 2015, luego de que Dainer Moreira y Vladimir Gutiérrez abandonasen al equipo Vegueros de Pinar del Río que participaba en la Serie del Caribe con sede en San Juan, los directivos obligaron a los peloteros a firmar una declaración que afirmaba, entre otras cosas, que “desertar es traicionar a la Revolución, a su familia, a su patria. Cambiar vergüenza por dinero”.
Las declaraciones de Vélez llegan en un momento crítico para la economía cubana, malograda por el régimen y maniatada por la pandemia de la COVID-19. Admitir que estudian la posibilidad de aceptar a peloteros como Aroldis Chapman, José Abreu o Yulieski Gurriel de vuelta con el equipo nacional, evidencia la situación de desespero que viven Cuba y su béisbol.
"No hablaría de equipo unificado, cubanos somos todos", dijo cínicamente Vélez, luego de que en años recientes el debate acerca de esta posibilidad para el Cuarto Clásico Mundial de Béisbol haya aumentado.
Las normativas de la Confederación Mundial de Béisbol y Softbol para la elegibilidad de un jugador para una selección nacional no especifican que aquellos jugadores ligados a equipos de MLB no puedan participar con Cuba en eventos internacionales.
Es la Federación Cubana la que no ha admitido –ni admite hasta hoy- a peloteros cubanos que formen parte de equipos profesionales en Grandes Ligas y otros torneos profesionales. Solo jugadores repatriados, como Erisbel Arruebarrena, han podido regresar a disputar la Serie Nacional cubana y conformar el equipo nacional.
“Que indignación cojo cuando nos llaman desertores”, escribió en su cuenta de Twitter el tunero Henry Urrutia, quien llegó a jugar en Grandes Ligas tras participar en varias Series Nacionales.
“A quién traicioné yo por decidir jugar en el béisbol del mundo y por poder mantener y cuidar una familia con mi trabajo? Sigan con esa mentalidad y llegaremos lejos”, añadió.
Aunque Vélez se haya presentado sonriente a dar la bienvenida de vuelta a todos los peloteros cubanos que juegan en ligas del mundo, queda claro que un regreso de estos al equipo Cuba está lejos de suceder.
No obstante, este es el pronunciamiento más importante por parte de la Federación Cubana de Béisbol desde que aceptaron un pacto de negociaciones con MLB en diciembre de 2018, posteriormente vetado por la administración del presidente Donald Trump.