Pelotari cubana Lisandra Lima recuerda su azaroso camino a la libertad

Lisandra Lima representaba a Cuba en pelota vasca hasta que en 2018 decidió quedarse en España. En una reciente entrevista recordó lo azaroso de su fuga y deseó libertad para Cuba
Lisandra Lima competía por Cuba en pelota vasca
 

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La pelotari cubana Lisandra Lima recordó recientemente su deserción en España en 2018, una fuga que fue el inicio de su camino a la libertad, pero que estuvo marcada por el azar y la fortuna, así como por un elevado costo que aún está pagando por las políticas arbitrarias del régimen cubano.

En entrevista con el diario español Libertad Digital, Lima confesó que se levanta muchos días extrañando a su madre y llorando. Por haber desertado de una misión oficial del régimen como deportista de élite tiene vetada la entrada a Cuba por ocho años, como mínimo, desde la fecha de su fuga.

Es tiempo en el que no puede estar físicamente con los suyos y que podría incrementarse si critica públicamente el sistema político cubano desde España. Y si bien las nuevas tecnologías le permiten comunicarse con sus familiares y estar al tanto de su día a día, la imposibilidad de tocarlos y abrazarlos hace que sea duro, dijo al referido medio.

“Sabía, sabía… Es una de las cosas que te van reiterando cada día, cada vez que íbamos a una competencia y algún compañero se quedaba. Lo primero que te decían: ahora se pasará ocho años sin entrar a Cuba”, comentó Lima en la entrevista.

Tales presiones, reflexionó, son la manera en la que los representantes del régimen dentro del movimiento deportivo intentan reprimir las ansias de libertad de los atletas. 

“Te iban trabajando psicológicamente”, afirmó Lima, a quien no consiguieron atemorizar, porque tuvo claro desde tiempo antes de su deserción lo que quería hacer y sólo esperaba la oportunidad perfecta.

Esta se le dio en el XVIII Campeonato Mundial Absoluto de Pelota Vasca, que se celebró en Barcelona, en septiembre de 2018.

Según recordó la atleta, tras su participación en el certamen tuvo un golpe de “suerte”. Ella y su compañera participaron en un torneo posterior al mundial, en Tenerife, y en el vuelo de regreso a Cuba desde allí había que hacer escalas en Barcelona y Madrid.

Normalmente, a los atletas cubanos y funcionarios que viajan en misiones oficiales les retienen los pasaportes los dirigentes de la delegación. Sólo se los entregan para los controles de migración en los aeropuertos, pero a Lima y su compañera se los dejaron en la primera escala del vuelo de regreso porque “era una tontería quitárselos y entregárselos después”, según les dijo el entrenador.

Lima contó a Libertad Digital que cuando eso pasó no lo pensó dos veces. En definitiva, llevaba tiempo buscando la ocasión propicia y por azar se le presentó en el aeropuerto de Barcelona.

Al tener su pasaporte, salió del aeropuerto y tomó el primer taxi que pasó para dirigirse al primer hotel que encontró en Google con disponibilidad para reservas.

A tres años de su deserción azarosa, su mayor deseo para Cuba es que sea libre como ella. “Que se vaya esa dictadura, que cambie de gobernantes. Me da igual que sea hasta para peor”, aseveró en la entrevista.

Desde su punto de vista, debe producirse “un cambio de régimen para que cambie la situación que hay en Cuba, el miedo que se vive”. 

De 34 años, Lisandra Lima es natural de Pinar del Río. En su palmarés deportivo destacan la medalla de plata que obtuvo en los XVI Juegos Panamericanos Guadalajara 2011 y las de plata y bronce en los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014.

 

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