Los efectos de la pandemia parecen conducir lo mismo a un futbolista famoso que a organizaciones futbolísticas a pasos erróneos por falta de un buen asesoramiento.
Después que la Concacaf y la FIFA anunciaron la polémica decisión de iniciar las eliminatorias mundialistas en la región en octubre y noviembre, este martes han dado marcha atrás. Como si sus directivos no leyeran las noticias.
Desde su sede en Miami, Concacaf ha emitido el siguiente comunicado:
“La Concacaf se ha reunido recientemente con sus federaciones miembros, la FIFA y otros grupos de interés para debatir acerca de los planes de reanudación de las competiciones de la región.
Tras estas conversaciones, Concacaf y la FIFA han acordado conjuntamente que los clasificatorios de Concacaf para la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022 no se disputarán en los periodos internacionales FIFA de octubre y noviembre de este año, sino que la primera ronda dará comienzo en marzo de 2021.
“Muchas partes de la región continúan atravesando situaciones de salud pública muy desafiantes y ese ha sido un factor clave en esta decisión. Además, varios países de la confederación han aplicado restricciones de viaje y requisitos de cuarentena que dificultarían enormemente la disputa de partidos internacionales por parte de 30 selecciones nacionales.
“Concacaf trabajará con la FIFA para finalizar un nuevo calendario, comenzado con la primera ronda en marzo de 2021, que se comunicará a su debido tiempo.”
Esta misma situación epidemiológica existía hace casi tres semanas cuando confirmaron desde Suiza todo el calendario para las 30 selecciones nacionales entre ellas la de Cuba que se involucrarían en esta primera ronda.
Todo indica que los dueños del negocio del fútbol actuaron con premura y no hicieron lo que ahora: consultar a las federaciones nacionales.
En la nota del 19 de agosto sobre el anuncio de las eliminatorias se escribió en ADNCUBA:
“Hace unos días, el Comisionado Nacional, Oliet Rodríguez, sorprendió al asegurar que se podrá jugar esta primera ronda eliminatoria en el estadio Pedro Marrero a pesar de “la complejidad del tratamiento al terreno, afectado por la sobrexplotación y desfavorables condiciones climáticas.”
“También dijo a los medios oficiales que, debido a la pandemia desde marzo la preparación de los jugadores cubanos “no ha podido ser la idónea” para la eliminatoria mundialista.
“El directivo del futbol nacional afirmó a principios de mes al portal “Jit” que veía “improbable” que se jugara en octubre las eliminatorias debido a la elevación de los contagios de COVID-19 en la región. En algo más de dos meses la situación no cambiará para poder jugar”, aseguró.
Sin embargo, sus palabras parecen que han sido desoídas por la Concacaf y la FIFA, que se dispone a enviar millón y medio de dólares de apoyo contra los efectos del coronavirus y en respaldo al futbol femenino en la isla.”
En este tiempo ha llamado la atención que haya sido el comisionado nacional y no el presidente de la federación cubana, Luis Hernández, quien haya abordado esta situación crítica que pareciera más tema para el directivo Hernández.
En este lapso crítico sólo ha sido mencionado Hernández cuando la Federación Cubana difundió el mensaje de cumpleaños del presidente de la FIFA Gianni Infantino dirigido al directivo nacional.
Este aplazamiento permitirá, además de un esperado mejor contexto sanitario en la región, que se concluya con todas las de la ley el remozamiento del estadio Pedro Marrero, que mejore la preparación del equipo cubano y que se amplíe las gestiones para la convocatoria de los “legionarios” cubanos en Europa y Centroamérica.
Ahora también se puede contar con el estelar delantero Marcel Hernández, quien juega en Costa Rica.
Tras el sorteo oficial de la Concacaf, Cuba fue ubicada en el grupo C junto a Guatemala, Curazao, San Vicente y las Granadinas e Islas Vírgenes Británicas. El ganador avanza a la segunda ronda.