Estudian cobrar en MLC algunos asientos de estadio de béisbol

Autoridades deportivas en Las Tunas estudian cobrar asientos del estadio de pelota “Julio Antonio Mella” en moneda libremente convertible (MLC), durante la próxima Serie Nacional
Estadio de béisbol de Las Tunas
 

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Autoridades deportivas en la provincia cubana de Las Tunas estudian cobrar algunos asientos del estadio de pelota “Julio Antonio Mella” en moneda libremente convertible (MLC), durante la próxima Serie Nacional de Béisbol (SNB).

En el estadio de 710 lunetas se realizan reparaciones por estos días, para abrir puertas el 22 de enero, informó el periodista Orlando Cruz, del telecentro Tunasvisión.

“Se va a preparar y se va a engalanar un palco en la tercera planta, con un mejor confort (…) y cuando las personas efectúen el pago del costo de ese palco, entonces ya pueden entrar al mismo y siempre va a haber una diferencia, por supuesto, respecto a los otros palcos”, dijo Yor Luis Torres, director del “Julio Antonio Mella”.

Según Torres, el área privilegiada y a mayor precio se habilitará porque “es la nueva intención que tiene nuestro país, que [con] todo ese dinero que pueda ingresarse [se] pueda mejorar las condiciones de la propia instalación” deportiva.

Ante la pregunta del periodista sobre si la entrada al palco VIP deberá pagarse en pesos cubanos o mediante tarjetas con divisas (MLC), el directivo respondió: “Todavía se está trabajando sobre esa base. Se está trabajando inclusive hasta con los compañeros del turismo porque con el confort que va a quedar el palco allá arriba, se puede cobrar en ambas monedas”.

“Vamos a ver un estadio de primer nivel”, aseguró y añadió que están trabajando con “los compañeros de finanzas” para determinar los precios y el tipo de moneda, pero no descartó el cobro en MLC.

Yor Luis Torres prometió que los aficionados al deporte nacional tendrían “un estadio más engalanado, porque se va a pintar. De manera general va a ser más vistoso”. Definió las condiciones del terreno como “bastante aceptables”, aunque dijo que deben “seguir trabajando en ellas”.

 

Instalaciones deportivas podrían pasar a manos de privados

El 21 de octubre pasado trascendió que las instalaciones y academias deportivas en Cuba podrían pasar a manos privadas “en el futuro cercano”, ante la incapacidad del Estado para mantenerlas en buenas condiciones.

El Comisionado Nacional de Béisbol Juan Reinaldo Pérez dijo en Camagüey que, como parte de la nueva estrategia de trabajo que pretende implementar su organismo, “algunas instalaciones y academias van a pasar a nuevas formas de gestión económica (cooperativas no agropecuarias, TCP [trabajador por cuenta propia] o MIPYMES [micro, pequeña y mediana empresa])”, informó Félix Anazco Ramos, reportero del periódico oficial Adelante.

Juan Reinaldo Pérez reveló que el Estadio Latinoamericano, la más importante instalación de pelota en el país, “será el primero en experimentar este cambio en el futuro cercano. El objetivo de este paso es que tengan su autonomía financiera y sean autosostenibles”.

Poco ha trascendido del nuevo plan del Estado para el deporte cubano. El 21 de octubre el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder) publicó en Facebook que “los ingresos destinados a los protagonistas de las series nacionales de beisbol serán diferenciados, en ajuste al rendimiento, como establece la estrategia como respuesta al reclamo emergido durante la toma de criterios que le dio origen”.

En medio de una profunda crisis económica, política y social, el régimen cubano publicó el 19 de agosto, las normativas legales que regirán la creación de las MIPYMES.

El Decreto-Ley No.46 establece que las MIPYMES pueden ser de propiedad estatal, privada o mixta y estarán facultadas para exportar e importar, gestionar y administrar sus bienes, definir los productos y servicios a comercializar, así como sus proveedores, clientes, destinos e inserción en mercados; y operar cuentas bancarias y acceder a cualquier fuente lícita de financiación.

También podrán fijar los precios de sus servicios y bienes –excepto aquellos cuya aprobación dependa directamente del gobierno–, definir su estructura, plantilla y cantidad de trabajadores y determinar sus ingresos.

 

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