La primera vez que probé este bizcocho de zanahoria me resultó difícil de creer, ¿un bizcocho de zanahorias?… Pues sí, así es, y está verdaderamente delicioso. Puedes jugar a que tus invitados adivinen el componente principal, se sorprenderán como me sucedió a mí… Si además le pones una capa de frosting de queso o de chocolate fondant, pasará a convertirse en la tarta de zanahoria más rica del mundo, así que toma nota porque es la receta de bizcocho de zanahoria definitiva y una de las más fáciles.
La zanahoria es muy rica en caroteno, eficaz antioxidante con propiedades anticancerígenas. La sabiduría popular la considera muy buena para la vista, cicatrizante intestinal, diurética y astringente. Crudas o cocidas son un excelente alimento. Es de las pocas verduras que incluso pierden muy poco valor cocinada. Incluso algunos de sus componentes alimenticios son más digeribles para nuestro cuerpo que cuando las ingerimos crudas.
- 250 g de zanahorias crudas (ya peladas y ralladas).
- 200 g de harina.
- 7 g de levadura en polvo o polvo de hornear
- 125 ml de aceite de girasol (podéis usar de oliva pero le dará un sabor más fuerte al pastel de zanahoria)
- 4 huevos.
- 200 g de azúcar.
Echamos los huevos en un bol y los batimos con el azúcar, añadiendo luego la pasta de zanahoria que habíamos preparado con anterioridad. Incorporamos la harina y la levadura tamizadas y mezclamos con cuidado.
Engrasamos con aceite o mantequilla un mole de 24 cm y echamos la masa. Hornear a 185ºC unos 30 minutos o hasta que veamos que al pinchar con un palillo o la punta de cuchillo el centro del bizcocho de zanahoria éste sale limpio.
Este bizcocho de zanahoria podemos dejarlo tal como está si por ejemplo lo prefieren para desayuno o merienda, o para alguna celebración puedes espolvorear con azúcar glass o como hemos hecho nosotros.