Los rumores acerca del posible fallecimiento del dictador de Corea del Norte, Kim Jong Un, y la búsqueda de un sucesor a su puesto al frente del Partido de los Trabajadores en el país comunista, continúan acrecentándose.
Esta vez, el gobierno de la vecina Corea del Sur ha enviado un mensaje de cautela al mundo, advirtiendo que no es la primera ocasión en que el joven líder desaparece de la vida pública.
“Nuestro gobierno tiene la capacidad suficiente de recopilación de información como para decir con confianza que no hay nada inusual”, sobre la salud del dictador, aseguró Kim Yeon Chul, ministro de Unificación de Corea del Sur, durante un foro celebrado este domingo.
Esta es la refutación más fuerte conocida hasta el momento, luego de que varios medios occidentales crearan un panorama de especulación alrededor de la salud del gobernante en la cual unos dicen que se encuentra grave, otros que falleció y otros que sufre muerte cerebral.
Moon Chung In, asesor especial de seguridad del presidente surcoreano, dijo en una entrevista a Fox News que el dictador “está vivo y está bien”, y aseguró que este se encuentra en el ára de Wonsan desde el pasado 13 de abril, donde “no se han detectado movimientos sospechosos hasta ahora”.
Otro que ha desestimado los rumores de la muerte del líder norcoreano es el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien los calificó de “incorrectos” la semana pasada, al tiempo que el vicepresidente del Estado mayor Conjunto, general John Hyten, aseguró que no había motivos para dudar que Kim “todavía tenía el control total de la fuerza nuclear y militar”.
Los rumores comenzaron luego de que Kim, fumador y hombre obeso de 36 años, se ausentara del acto oficial del 15 de abril, principal fecha del calendario norcoreano, en conmemoración al nacimiento de su abuelo y fundador de la dinastía, Kim Il Sung.
Luego, el diario Daily NK, medio digital comandado desde Seúl por desertores norcoreanos, aseguró que Kim fue sometido “a un procedimiento cardiovascular”, el cual aconteció el pasado día 12 en el hospital Hyangsan, según el mismo reporte.
Más tarde, la CNN informó acerca de la situación y añadió que Washington confirmaba los informes acerca del estado grave en que se encontraba el líder después de una cirugía, un reporte cuya fuente sería un funcionario estadounidense con conocimiento directo del asunto.
Para aumentar el desconcierto, la web 38 North, especializada en revisión de imágenes por satélite, informó este domingo que varias fotos tomadas vía satélite mostraban que los días 21 y 23 de abril el tren en que habitualmente usa el líder norcoreano estaba estacionado en la localidad de Wonsan.
Aunque la propia web asegura que esto no aporta ningún argumento acerca de la salud del líder, sí “acredita las informaciones que sugieren que Kim se encontraría en una zona reservada a la élite del país en la costa este”.
Por último, el diario estatal Rodong Sinmun aseguró este lunes que Kim envió un mensaje de agradecimiento a un grupo de trabajadores que trabajan en un proyecto turístico de la península de Kalma, en la propia Wonsan, aunque no aparecieron fotos suyas.
Los rumores también apuntan que la larga ausencia de un reporte esclarecedor se debe a que la alta plana del país trabaja en la designación de Kim Yo Jong, asesora principal y hermana del líder, a pesar de la fuerte tradición patriarcal que rige el país.