El brote epidémico de Zika que hubo en Cuba en 2017 quedó reflejado por los casos detectados en viajeros que regresaron a Barcelona, según un estudio liderado por el Hospital Clínic de Barcelona y el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal).
El virus del Zika se transmite por la picadura de un mosquito y su síntoma principal es la fiebre y es una enfermedad que se conoce desde 1947 cuando se aisló por primera vez este virus en el bosque Zika -de ahí su nombre- cerca de Entebbe (Uganda).
El virus se extendió por toda Latinoamérica entre el 2015 y 2016, para después disminuir el número de casos, aunque Cuba fue uno de los últimos países en declarar casos: el primer caso autóctono de Zika se confirmó en marzo del 2016, y datos recientes indican que a mediados de 2017 hubo un brote epidémico en Cienfuegos, con más de 600 casos confirmados.
Ese brote quedó reflejado en un estudio que el Hospital Clinic de Barcelona inició en 2016 con el objetivo de detectar casos importados de Zika y otras enfermedades virales transmitidas por mosquito (que forman parte de las arbovirosis).
En un periodo de casi tres años, el Servicio de Medicina Tropical del Hospital Clínic detectó 42 casos importados de Zika, y, mientras que en 2016 los viajeros infectados por Zika regresaban de diferentes países de América Latina y el Caribe, los casos diagnosticados a finales del 2017 y de 2018 venían exclusivamente de Cuba.
"Estos casos podrían reflejar una falta de inmunidad colectiva en la población cubana, así como la posibilidad de que sea uno de los últimos lugares en América donde aún hay transmisión del virus", ha explicado Alex Almuedo, primer autor del estudio.
Para el doctor José Muñoz, coordinador del estudio y jefe del Servicio de Medicina Tropical del Hospital Clínic e investigador de ISGlobal, centro impulsado por La Caixa, estos resultados "subrayan la necesidad de estar alertas a la posibilidad de infección por Zika en viajeros que regresan de Cuba".
El investigador ha recordado que sólo en 2016, más de un millón de viajeros europeos visitó la isla.
"Es importante también señalar que el 70 % de los viajeros que regresaron infectados por Zika no buscaron consejo médico previo al viaje", ha añadido Muñoz, que ha subrayado que los servicios de atención al viajero son un "elemento esencial para vigilar y prevenir la introducción de estas enfermedades en zonas no endémicas".
En este sentido, esta temporada comenzará el estudio AVATAR (Autochthonous arboVirAl Transmission bARcelona), en colaboración con la Agencia de Salud Pública de Barcelona y el Instituto de Salud Carlos III, para evaluar la posibilidad de transmisión autóctona silenciosa en Barcelona de dengue, chikunguña y zika, enfermedades virales que pueden ser transmitidas por un vector presente en Cataluña, el Aedes albopictus, también conocido como mosquito tigre.