El dictador nicaragüense Daniel Ortega destituyó a la ministra de Salud de su país, Carolina Dávila, en medio de la pandemia de la COVID-19.
Hasta ahora, según las autoridades de Nicaragua el coronavirus ha dejado cinco casos confirmados, todos “importados”, incluyendo una persona que murió de la enfermedad.
La destitución este miércoles de la hasta entonces ministra Dávila, efectuada por el presidente Daniel Ortega y anunciada en el diario oficial La Gaceta, se da en medio de la polémica sobre el supuesto mal manejo del régimen sobre la pandemia y de la escasa información oficial brindada a la población.
Ortega nombró a Martha Reyes como nueva ministra, quien hasta ahora se desempeñaba como directora de Prevención de Enfermedades del Ministerio de Salud (Minsa).
Fiel a su estilo autoritario de gobernar, el ex revolucionario sandinista recurrió a un cambio en el Reglamento de Ley y no explicó las razones de la destitución.
Gracias a un nuevo cambio en las facultades del Ejecutivo, realizado por el dictador y su secretario personal, el norteamericano Paul Oquist, la exministra Dávila pasará a formar parte del equipo de asesores presidenciales. Según La Gaceta se ocupará “de asuntos del Sistema Local de Atención Integral en Salud (Silais)”.
Es la segunda ministra de Salud que Ortega defenestra en los últimos ocho meses en Nicaragua. El 26 de julio dl 2019 Daniel Ortega depuso a Sonia Castro para evitar retrasos en el funcionamiento del Ministerio de Salud, luego de que Castro fuera sancionada internacionalmente por “violaciones significativas de los derechos humanos”.
Como sucede ahora con Dávila, Castro pasó a formar parte del equipo de asesores presidenciales, junto con el también sancionado Francisco López, tesorero del partido oficial Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
A Francisco López le señalaron “graves violaciones abusos contra los derechos humanos” y “corrupción”.
La pandemia del coronavirus que ocasiona la COVID-19 ha profundizado aún más la crisis social, política y económica que viene experimentando Nicaragua, desde el levantamiento popular contra el régimen de Ortega en 2018, cuyo saldo hasta ahora ha sido más nefasto con cientos de presos, muertos o desaparecidos, miles de heridos y decenas de miles en el exilio.
Ortega ha sido muy criticado por diversos sectores, incluidos científicos y médicos, por no tomar medidas efectivas para el distanciamiento social, y así prevenir la propagación del coronavirus. Además, han expresado sus dudas sobre los datos oficiales de la pandemia, que se mantienen insólitamente bajos durante varios días, mientras otros países de la región registran una dura batalla contra la pandemia.
El Comité Científico Multidisciplinario, un grupo de científicos independientes de Nicaragua, advirtió este martes pasado que las escuelas y universidades públicas, así como una parte de los colegios privados corren "alto riesgo de contagio” de coronavirus debido a que el gobierno se resiste a suspender las clases. Tampoco han ordenado un cierre de labores en el Estado ni cuarentena.