La embajada de EE.UU en La Habana criticó fuertemente al régimen cubano por condenar a diez años de cárcel a Roberto Pérez Fonseca, un manifestante del pasado 11 de julio de 2021, que rompió un cuadro del fallecido dictador Fidel Castro.
El Tribunal Municipal de San José de las Lajas condenó el 19 de octubre a 10 años de cárcel al joven Roberto Pérez Fonseca, quien rompió un cuadro de Castro durante las protestas del 11 de julio.
"Después de encarcelar al manifestante del 11J Roberto Pérez Fonseca por cuatro meses, incomunicado por dos meses, el régimen de Cuba lo condena a 10 años de prisión", inicia el tuit la sede diplomática estadounidense.
Por último exigen al régimen "que respete las libertades fundamentales del pueblo cubano y libere a los manifestantes".
Alberto Ortega Fonseca, hermano de Roberto, aseguró a ADN Cuba que el órgano judicial condenó a Pérez Fonseca, de 38 años, por los supuestos delitos de “atentado”, “desacato”, “instigación para delinquir” y “desorden público”.
La Fiscalía había pedido en un inicio 12 años de cárcel.
Aunque las autoridades aseguraron que el joven manifestante agredió “con piedras y botellas” a agentes de policía en San José de las Lajas, Mayabeque, el día de las protestas, Ortega asegura que la sentencia realmente lo castiga por destruir en público el cuadro del dictador.
Sobre la supuesta agresión a los agentes, Ortega aseguró: “nunca lo hizo. Es la palabra de los Policías contra la de los testigos y la de mi hermano. Obviamente, la que cuenta es la de ellos [las fuerzas del orden público] porque la orden de juzgarlo viene ‘de arriba’, esto es un escarmiento y ni siquiera hicieron bien los procedimientos judiciales”.
Tres testigos del encuentro entre Roberto Pérez y el agente de policía ofrecieron declaraciones para refrendar la inocencia del joven, pero su abogado recibió un acta donde constan las declaraciones de uno solo.
Tras su arresto el 16 de julio de 2021, en el que intervino una veintena de policías, según Ortega, este cubano, padre de un niño de dos años, fue enviado a la prisión de San José de las Lajas, donde lo golpearon. De allí lo trasladaron a la prisión de Quivicán, donde llegó enfermo de COVID-19.
“Es una injusticia. No solo lo que hacen con él sino con todos los muchachos acusados falsamente como escarmiento por salir a protestar”, declaró Ortega en una entrevista anterior el 21 de septiembre.
Las protestas de julio comenzaron en San Antonio de los Baños, un pueblo ubicado en la provincia Artemisa, y se extendieron a decenas de localidades del país. Según expertos, se trata del estallido social más grande en la historia del socialismo cubano.
Hasta el momento el gobierno reconoció la muerte de una persona, Diubis Laurencio Tejeda, de 36 años y residente en el municipio habanero Arroyo Naranjo, tras un disparo por la espalda de un policía.
La sentencia de Pérez Fonseca es la más alta que aprueba un tribunal cubano contra manifestantes del 11 de julio. Hasta el momento, el dictamen de los tribunales cubanos oscilaba entre algunos meses y ocho años de reclusión.