Donald Trump Jr. comparte “impactante” mensaje de exiliado cubano

El exiliado cubano Máximo Álvarez se dirigió al presidente estadounidense. “Nadie estaba preparado para su impactante discurso sobre el sueño americano”, aseguró Donald Trump Jr.
Donald Trump Jr y exiliado cubano Máximo Álvarez
 

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El exiliado cubano Máximo Álvarez coincidió con el presidente Donald Trump y subrayó en un “impactante” discurso por qué es relevante preservar la democracia en Estados Unidos y estar alertas ante lo que él cree son posturas comunistas, heredadas de regímenes totalitarios.  

Según Álvarez, EE.UU. es “el único país en el mundo (…) en el que puedes comenzar un negocio en el maletero de tu carro, y con muchos años de esfuerzo, compromiso y los valores que aprendimos de esta cultura, podemos transformarnos en personas importantes para el futuro de la nación (…) en personas que hacen la próxima generación mejor que la de sus ancestros”.

Donald Trump Jr. aseguró que Álvarez al hablar impactó “al presidente Trump con discurso sobre el sueño americano”.

El inmigrante cubano "que huyó de la Cuba comunista", según Trump Jr. correspondió una invitación del presidente. "Nadie estaba preparado para su discurso sobre el sueño americano. Guau…”, expresó el hijo del mandatario.

Máximo Álvarez, actual presidente de Sunshine Gasoline Distributors, inc, según indica su perfil en la red LinkedIn, impresionó a todos durante el intercambio presidido por Donald Trump, en el DoralFlorida, a propósito de la reciente visita del mandatario a la sede del Comando Sur. 

“Mira a las personas en esta mesa, mira alrededor… Piensa que, en 1961, cuando yo tenía 13 años, solo, en camino a España (ni siquiera venía para aquí), llegué a este país y casi 60 años después estoy sentado frente al presidente de los EE.UU. hablando sobre el sueño americano”, comentó el exiliado cubano.

“(…) Todo el mundo quiere venir a EE.UU., a nadie se le obliga a venir. Venimos, en mi caso, porque mis padres escogieron que no seríamos adoctrinados por los comunistas (…) en un régimen totalitario. Allí no se educan a los niños, definitivamente no. Esto es algo que tenemos que entender, lo que está pasando en nuestro patio hoy lo viví con 11 años. Lo recuerdo como si fuera hoy, todas las promesas que un hombre llamado Castro hizo y cómo el 99% de las personas 'se comieron el cuento'. Me tomó muchos años, después de leer a alguien llamado Saul Alinsky que me di cuenta que todas esas personas no fueron nada más que 'tontos útiles '”.

Álvarez salió de Cuba durante el éxodo entre 1960 y 1962 de unos 14,000 niños cubanos principalmente hacia Estados Unidos, con la ayuda de la Iglesia Católica, un proceso conocido como Operación Peter Pan. El cubanoamericano terminó estudios en inistAdmración de Negocios en la Florida State University (1971).

Durante su intervención citó a Saul Alinsky, un escritor y sociólogo estadounidense, considerado un influyente formador de opinión de la izquierda radical estadounidense.

Cuando Hillary Clinton era una estudiante apellidada Rodham, escribió una tesis titulada “Un análisis del modelo Alinsky”, con la colaboración de él mismo, aunque ella criticó sus métodos y dogmatismo, además de rechazar un trabajo propuesto por el sociólogo. Barack Obama, expresidente de Estados Unidos, se inspiró en ideas de Alinsky utilizando el concepto de “democracia participativa”, en su época de animador comunitario en Chicago así como, en su campaña presidencial de 2008.

En el libro de 1971 de Alinsky “Reglas para los radicales”, en el capítulo titulado “Tácticas”, el sociólogo divide al electorado en grupos demográficos (la política de identidad de hoy) y dice que el organizador debe “aprovechar los resentimientos de la gente”.

En tanto, Máximo Álvarez rememoró frente a Trump, quien busca un segundo mandato, que “recuerdo a Castro en las montañas durante una entrevista en la que le preguntan si era comunista. Se volvió loco y le dijo al reportero: 'te reto, [soy] católico apostólico y romano, educado por los jesuitas. ¿Cómo te atreves?'… ¿Había un sacerdote en las montañas?”, ironizó Álvarez.

“Lo recuerdo porque era la Congregación de Hermanos Maristas, que enviaban muchachos a las montañas porque creían que Castro era 'el nuevo mesías que iba a salvar Cuba'”, señaló.

Y agregó: “Recuerdo que les prometió a los guajiros que serían dueños de la tierra, recuerdo todas las promesas que escuchamos hoy, sobre educación gratis, salud gratis, tierra gratis. ¡Dios me ampare! Sin libertad. Peor aún es, nunca dijo eso, hasta que llegó al poder, se deshizo de toda la policía, los militares y se pasó allí 60 años (…) Con el tiempo destruyó a cada uno de los que lo ayudaron, la iglesia católica… A todos”.

“Yo llegué a este país con una de las últimas monjas de clausura del Convento Santa Clara. Yo iba para España, ni siquiera venía para aquí, me iba a reunir con mi hermano que ya meses antes mis padres habían sacado de Cuba vía España, porque tenía la edad en la que el gobierno se los llevaba al campo a adoctrinarlos.

Pero pasa que (…) mi hermano muere y me enviaron a Estados Unidos. La mayor bendición que he tenido. Imagínense lo que le ocurrió a mi madre y a mi padre. Esta es una familia que nunca se involucró en la política. Mi padre llegó a Cuba a los 18, solo, huyendo del comunismo. Nunca regresó después de una vida de mucho sacrificio, cuando iba a disfrutar el fruto de su trabajo, así como el Presidente Trump nos está tratando de ayudar ahora, porque él podría estarla pasando bárbaro en uno de sus muchos bellos campos de golf. Yo lo sé,  pero él dejó de disfrutar del fruto de su trabajo, para hacer este trabajo. Así como mi papá, por eso te quiero. Exactamente igual, cuando mi padre estaba a punto de hacer eso, tuvo que venir huyendo para este país”, comentó Álvarez, quien según una fuente de ADN Cuba sostiene una relación de amistad con Trump e incluso juegan golf juntos.

“Cuando mi padre estaba a punto de hacer eso [retirarse], tuvo que venir huyendo para este país, con una mano adelante y otra detrás (…) Hablemos del socialismo, 14,000 niños que llegaron a este país en Pedro Pan, sin padres y nos dieron una oportunidad, esto es lo que hace este país maravilloso. No me dieron nada gratis, me dieron la oportunidad, esa es la cosa más valiosa en el mundo. Cuando digo que no me dieron nada gratis, por favor entiendan: a los 13 años me proveyeron un hogar, comida y una educación”, recordó el migrante.

Asegura que “esa es la América que están tratando de destruir hoy, usando otros términos, como socialismo. No es así, son comunistas. Nunca olviden eso. Yo sé que nuestro presidente entiende eso”.

Dirigiéndose a Donal Trump, le dijo: “Me acuerdo que fue alrededor de octubre de 2016 que pensé que estabas un poco loco, por el sacrificio que ibas a hacer, pero predije que te íbamos a elegir en noviembre y te íbamos a ver en la Casa Blanca”.

Agradeció al presidente republicano por “por todo”, y le aseguro que “por la situación de ahora no te puedo dar un abrazo, pero te voy a dejar con una reflexión”.

Pidió que no olvidaran a su padre, “que nunca recibió una gran educación, pero creo que es el mayor filósofo que he conocido”.

“Nos decía que tenía mucha suerte porque había podido ir de España a Cuba y luego de Cuba a los Estados Unidos, y me vio graduarme de la universidad y esa fue la mayor sorpresa que recibió y me dijo: 'No pierdas este lugar porque nunca tendrás tanta suerte como yo, si pierdes este lugar no tienes otro a donde huir'. Le pido a las personas que le expliquen eso a las nuevas generaciones que salen a las calles, no sean 'tontos útiles', por favor, entiendan lo que está pasando en nuestro país, le pasó a nuestros padres y le está pasando a América hoy”, concluyó Álvarez conmovido, así como el propio presidente estadounidense.

 

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