La policía del condado de Miami-Dade prohibió este jueves una técnica de arresto que consiste en presionar el "triángulo carotídeo" durante diez segundos para inmovilizar a un sospechoso, a raíz de la oleada de protestas a lo largo de los Estados Unidos por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un agente.
"Esta decisión está basada en una multitud de factores que incluyen la seguridad de los agentes y del público, la respuesta de los profesionales, miembros de la comunidad y recomendaciones del foro de investigación de la Policía", indicó en Twitter el director de la Policía del condado, Alfredo Ramírez.
La Policía de Miami-Dade era una de las pocas del sur de Florida que no había prohibido todavía este tipo de técnica con la que se ejerce presión sobre la carótida del sospechoso.
Ramírez aseguró que "esta decisión ayudará para que el cuerpo de policía se convierta en un modelo para el resto del país", gracias también a otros cambios como "la reorganización del departamento, la forma de afrontar las emergencias o el mantenimiento de la seguridad de los agentes".
El pasado lunes Ramírez publicó una carta abierta a la comunidad en la que informaba sobre las técnicas que se enseñan a sus oficiales de policía entre la que estaba la técnica de arresto "aplicada al triángulo carotídeo".
En dicha carta Ramírez aseveraba que esta era "una técnica no letal" y que todos los oficiales son examinados en la forma en la que deben realizar esta maniobra durante sus entrenamientos.
Entre otras medidas, la policía del condado de Miami-Dade también informó que sus agentes están entrenados para realizar su trabajo con el mínimo de fuerza necesaria para realizar los arrestos, así como la obligación de avisar antes de descargar el arma y solo hacerlo cuando el resto de alternativas "hayan sido agotadas".
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Al igual que esta, muchas otras agencias gubernamentales están revaluando sus políticas gracias a las manifestaciones instigadas por la muerte de Floyd a finales de mayo y reclaman que se acabe con la brutalidad policial, el abuso sobre las minorías y que se elimine la financiación de este tipo de cuerpos.
Dereck Chauvin fue el oficial de policía que acabó con la vida de Floyd al ponerle la rodilla sobre el cuello hasta asfixiarlo mientras era grabado en video por los viandantes, unas imágenes que posteriormente se viralizaron.
Chauvin ha sido acusado de asesinato en segundo grado y los oficiales que lo acompañaron también se enfrentan a diversos cargos relacionados con la muerte de Floyd.
Desde entonces algunas otras ciudades como Mineápolis (Minesota) o San Diego (California) han cambiado sus políticas al prohibir este tipo de técnica, que en 2014 causó la muerte de Eric Garner en la ciudad de Nueva York mientras era arrestado por vender cigarros en la calle.