Muere en Miami el poeta, periodista y expreso político cubano Raúl Rivero

Rivero fue condenado a 20 años de cárcel durante la Primavera Negra por su labor periodística y su actividad opositora. Es considerado uno de los mejores poetas de su generación
Raúl Rivero. Foto: Víctor Lerena/EFE
 

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El poeta, periodista y expreso político cubano Raúl Rivero, condenado a 20 años de cárcel por el régimen de la isla en la Causa de los 75 durante la Primavera Negra, en 2003, falleció en la mañana de este sábado en Miami como consecuencia de problemas cardiorrespiratorios, informaron fuentes familiares.

María Karla Rivero Veloz, hija del poeta y la popular actriz Coralia Veloz, y conocida artísticamente como Maka, deseó buen viaje a su progenitor. Con su partida, manifestó en un mensaje compartido en redes sociales, pierde a un “gran padre”, a una “parte enorme” de su ser y “Cuba pierde físicamente a un gran cubano”.

Rivero padecía desde hace años de un enfisema pulmonar y en los últimos meses “entraba y salía de los hospitales” porque el padecimiento se agravaba, dijo a 14ymedio su esposa, Blanca Reyes.

“No quería contarlo, pero se fue apagando (…) Él nunca se pudo recuperar físicamente de todo el daño que le hizo el régimen cubano”, explicó la viuda en alusión al tiempo que el poeta pasó en prisión tras la Causa de los 75.

Rivero falleció a los 75 años en el Hospital Baptist de Kendall, donde fue ingresado de urgencia el viernes. Recientemente le fue detectada una afectación cancerosa, que agravaba aún más su delicado estado de salud.

Figura destacada de la poesía cubana contemporánea y la intelectualidad disidente, Rivero fue uno de los firmantes de la Carta de los Intelectuales en junio de 1991, que pedía al extinto dictador Fidel Castro la liberación de los presos de conciencia

En 1995 fundó la agencia de noticias independiente Cuba Press, lo que, unido a su explícita y activa disidencia, provocó la ira castrista y condicionó la arbitraria condena de 20 años de cárcel a la que fue sometido durante la Primavera Negra.

El régimen acusó a Rivero de actividades subversivas dirigidas a afectar la independencia e integridad territorial de Cuba. Entre tales actividades se citaban escribir contra el gobierno, haberse entrevistado con el entonces jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, James Cason, y organizar reuniones opositoras en su domicilio.

El poeta pasó un año y medio en la cárcel. Fue liberado en noviembre de 2004 gracias a las presiones internacionales, pero tuvo que partir al exilio en España en 2005.

Allí estuvo durante una década y luego se trasladó a Miami, ciudad en la que vivía con su esposa, Blanca Reyes, disidente y Dama de Blanco en el exilio.

“Nunca se adaptó a vivir fuera de Cuba, cayó en una depresión y nunca se recuperó”, afirmó Reyes a 14ymedio.

Obra y distinciones

Nacido en noviembre de 1945 en Morón, entonces provincia de Camagüey, Rivero publicó varios libros de poesía y trabajó para medios de comunicación, cubanos e internacionales, como Prensa Latina, El Caimán Barbudo, El Mundo de España y Diario de Cuba.

Es considerado uno de los mejores poetas cubanos de su generación y en 2004 fue reconocido con el Premio Mundial de la Unesco a la libertad de expresión. Tres años antes había participado en la creación de la primera asociación de periodistas independientes de Cuba.

Entre sus más de 10 libros entre creación poética y recopilaciones de crónicas periodísticas destacan Puente de Guitarra (2002), Recuerdos olvidados (2003), Lesiones de historia (2004) y Vidas y oficios: los poemas de la cárcel (2006).

Reacciones

La muerte de Rivero ha generado numerosas reacciones de cubanos dentro y fuera de la isla.

“Triste, muy triste noticia. Adiós, amigo, que la eternidad sea una enorme y bulliciosa sala de Redacción”, escribió en Facebook la periodista independiente Yoani Sánchez, mientras que la cantante Haydée Milanés, al enterarse del deceso, lo refirió en la misma red social como un “gran poeta cubano” y un “maestro”.

El popular artista Alexis Valdés, desde Miami, recordó que Rivero murió “lejos de su tierra por no comulgar con el gobierno”; “lejos de esa Habana que él amaba y conocía como nadie. Y diría yo, que no suficientemente reconocido y bien cuidado para su gran altura como poeta y periodista”.

“Cuba pierde un gran poeta. Un gran periodista. Un gran hombre. Un gran cubano. De los mejores que he conocido. Buen viaje, genio”, escribió Valdés.

 

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