El científico y activista cubano Oscar Casanella, exiliado en los Estados Unidos, celebró este jueves que su hijo mayor comenzó en una escuela pública, donde “está recibiendo una buena educación”, y no tendrá que repetir el juramento de los estudiantes en Cuba: “pioneros por el comunismo, seremos como el Che”.
Casanella compartió en redes sociales su experiencia en una reunión del colegio con los padres. Lo primero que le sorprendió, dijo, fue que hay “grandes murales exteriores con imágenes alegóricas a Cuba, pues en una pared encontré un Tocororo y en otra una imagen de José Martí. Pareciera que la escuela está ambientada para niños cubanos, para mantener vínculos con la cultura e historia de Cuba”.
“Mientras caminaba por la escuela visualicé la misma en una Cuba futura, en una Cuba libre y próspera con recursos suficientes y bien administrados para poder darle a nuestros niños cubanos una educación de calidad”, contó.
El opositor exiliado aplaudió “el excelente estado constructivo de la escuela”, que lo llevó a recordar “la muerte de la niña cubana Magabis Omaña debido al desplome de una pared de su escuela en la provincia de Guantánamo”.
De acuerdo con Casanella, “para el régimen cubano, el estado constructivo de las escuelas no son una prioridad, los hoteles sí lo son. Es inmensa la diferencia de recursos y comodidades entre esta escuela en EE. UU. y las escuelas en las que estuve en Cuba y en las que de adulto visité en mi patria”.
Además, a su hijo le garantizan en el centro de enseñanza desayuno y almuerzo de calidad. “Eso me hace sentir privilegiado con respecto a los padres dentro de Cuba que sufren debido a la escasez de alimento y a la pésima nutrición que reciben sus hijos en las escuelas”, agregó.
También ponderó que los maestros sean bilingües y especializados en una o dos materias, “muy diferente a las locuras de maestros emergentes en Cuba que los obligan muchas veces a impartir todo tipo de asignaturas”, señaló el científico.
Según Casanella, de la escuela de su hijo se llevó la impresión de que “este capitalismo pone más en el centro de su atención al ser humano que el 'socialismo cubano'”. El activista de derechos humanos concluyó reiterando su deseo de que “los niños en Cuba puedan recibir una educación similar a la que está recibiendo mi hijo aquí en Estados Unidos”.
Oscar Casanella llegó el pasado 19 de enero a Miami junto a su familia, después de años de persecución de la policía política en Cuba. El activista, bioquímico de profesión y uno de los opositores que participó en la huelga de hambre y sed del Movimiento San Isidro, en noviembre de 2020, fue perseguido, golpeado y arrestado por fuerzas de la Seguridad del Estado en varias ocasiones.