El reciente documental “Sueños al pairo”, dirigido por José Luis Aparicio y Fernando Fraguela, sobre el músico cubano Mike (Miguel) Porcel, ha vuelto a poner de relieve lo que significó para Cuba y muchos cubanos el Éxodo del Mariel.
Gracias al material, censurado en la isla (¡Vaya novedad!), el público puede entender, aunque no en toda su real dimensión, porque habría que vivirlo en carne propia, el sufrimiento al que el discurso oficial y la dictadura sometieron a miles de cubanos cuyo único pecado era desear una vida mejor para sí y sus familias, lejos de las arbitrariedades e injusticias de un régimen totalitario.
Uno de los que tuvo que afrontar dicho sufrimiento de manera flagrante fue el guitarrista, compositor y arreglista Mike Porcel, protagonista del documental que está dando mucho de qué hablar a escasos días de su estreno.
En una reciente entrevista con Juan Manuel Cao, de la cadena América TeVe, Porcel habló del acto repudio del que fue víctima por parte de “excompañeros de música”, como les llama, porque nunca los consideró realmente amigos y lo que le sucedió le dio la razón.
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Si bien en el documental se habla del lamentable suceso, Porcel aseguró en la entrevista que Silvio Rodriguez y Pablo Milanés estuvieron en su acto de repudio, y suscribieron, junto a muchos otros, el abominable panfleto que le introdujeron por debajo de su puerta para amedrentarlo y humillarlo.
Destacó que Sara González y Amaury Pérez no participaron. “Nunca supe por qué Sara no participó, porque era bastante oficialista y militante”, dijo el músico, libre en la máxima extensión de la palabra, pero evidentemente aún dolido por lo que tuvo que vivir.
“Durante el acto repudio vi a Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Eduardo Ramos, el único que se disculpó antes de morir”, señaló. Sobre Ramos, bajista y fundador del movimiento de la Nueva Trova, Porcel dejó entrever que agradece sus disculpas, una acción que otros de la trova cubana no han querido seguir.
En una entrevista inédita, del archivo personal de Juan Pin Vilar, transmitida en el programa de Cao, Ramos manifestó arrepentirse toda su vida de haber participado de ese acto repudio a Porcel. Se dijo que nunca más lo volvería a hacer. “Ojalá lo tuviera al frente para pedirle disculpas por eso. Fue bochornoso, nos equivocamos, gritamos todos. Es uno de mis dolores, el acto repudio a Mike Porcel”, sentenció en esa ocasión Ramos.
Por haberse querido ir en el Éxodo del Mariel, lo cual no le permitieron, fue que Mike tuvo que afrontar la injuria de sus otrora compañeros. Fue borrado de la historia de la música cubana y como si con eso, bajado por indicación de los decisores en la isla, no bastase, le hicieron un acto repudio y lo recluyeron en el país por nueve años.
“Fueron nueve años muy difíciles”, aseveró Porcel, que estuvo refugiado en una iglesia, tocando el órgano, lo cual se refleja también en el documental.
Su historia es un caso más de la represión que vivieron muchos durante la década de los 80. Un caso emblemático y merecedor de un documental como “Sueños al pairo” por tratarse de una figura relevante de esa “cultura revolucionaria” que el movimiento de la nueva trova debía impulsar.
En el documental, como ADN Cuba narró hace unos días, Mike cuenta que el “sitio” a su casa duró una semana. Entones revela algo verdaderamente significante, al menos, en este documental, y con esto que revela Mike, pone en relieve y contextualiza las figuras de esos grandes Divos de la Nueva Trova Cubana: “…en esa semana me echaron por debajo de la puerta de la casa un panfleto firmado por los integrantes del Movimiento de la Nueva Trova…”
Esos, sus compañeros, Silvio, Pablo, Sara, Noel, etc.; aunque Pedro Luis Ferrer ni Amaury Pérez estuvieron en la elaboración del panfleto. Lo que dice el panfleto puede ser leído con integridad en el documental y todo lo demás que cuenta Mike es verdaderamente infame y bochornoso, así como también lo es el que la mayoría de los participantes no se hayan disculpado o hayan muerto sin hacerlo.
