La cantautora cubana Diana Fuentes parió en tres años una nueva vida y un disco que ha bautizado como "Libre", en el que rinde homenaje a su madre, al amor que siente por su hijo, la amistad, y a sus raíces cubanas, que son "los hilos con los que teje" su identidad.
En una entrevista con Efe en Miami, la ciudad donde vive desde noviembre de 2016, Fuentes asegura que aunque lleva una década de residencia fuera de Cuba, su país la sigue donde sea que esté.
Fue en la isla caribeña donde nacieron muchas de las canciones de "Libre", su tercer álbum de estudio que se inclina más hacia el pop que sus producciones anteriores.
En el disco cuenta con colaboraciones de estrellas como el artista brasileño Seu Jorge en "Para remendar el cielo", el dominicano Vicente García con "Qué pasará", Gente de Zona "La vida me cambió", por el que recibió un disco de oro este martes, y el puertorriqueño Tommy Torres "La Fortuna", nominada al Latin Grammy de 2018 como mejor canción.
La producción fue de su exesposo y padre de su hijo Eduardo Cabra, mejor conocido como Visitante del dueto Calle 13. "Trabajamos muy bien juntos", aseguró. "Tenemos un hijo juntos. Somos familia".
Aunque trabajó con artistas a los que admira profundamente, son cuatro de las canciones que hizo como solista las que tienen un significado especial para Fuentes.
Tres de ellas, "Ojos negros", "La tarde" y "Pídeme", fueron escritas por su madre, la médico obstetra Mirta Lavastida, a la que asegura que debe su carrera.
"Ella fue la que dijo 'la gente tiene que escuchar lo que tú estás haciendo' y se fue de radio en radio repartiendo mi música", relató la artista recordando sus inicios.
El cuarto tema y el que canta con más emoción es una nana para su hijo Marcel, de 5 años, al que llamó "Mi musito". "Yo sé que Dios me puso en este mundo con varios propósitos. Soy una madre afortunada", dice agradecida con la vida y con Dios. "Amo verlo crecer y ver cómo se disfruta mi música".
"El disco originalmente se iba a llamar 'Todo está pasando' porque en mi vida estaba pasando de todo y decidí cambiarle el nombre, porque me dije 'ya no quiero que me pase más nada, qué más me va a pasar', contó la artista.
En esa época se separó de Cabra, decidió mudarse de Puerto Rico, donde vivió siete años y se convirtió en madre, y se convenció de la necesidad de darle fuerza a su carrera musical. "Y seguimos escribiendo canciones", indicó.
Se fue a Cuba a buscar su esencia y el disco siguió gestándose, así como otros temas que escribió para otras artistas como la icónica cantante Omara Portuondo.
Finalmente le llegó "Libre", la canción que más define esa etapa y la que está convencida de que la representa. "Yo creo que todo pasa por algo, creo que todos tenemos un guion preestablecido debajo del brazo, aunque nos hacemos los locos", expresó.
"Hoy me fui a buscar una salida, no quiero recuerdos tristes, ni nada que se marchite, solo un mensaje de amor que dice libre", dice la letra del tema, que Fuentes cantó en un concierto privado que dio antes de la entrevista.
La artista también está muy orgullosa del video de "Libre", dirigido por el cubano Yeandro Tamayo, que asegura que enseña La Habana con autenticidad, e incluye la participación de su abuela Aurora.
Aunque el principal instrumento de Fuentes es su voz, que a los 34 años controla a la perfección, con altos y bajos maravillosos, la artista compone en el piano y en la guitarra y disfruta de la fusión de instrumentos y ritmos.
En este disco se escucha desde el beat electrónico del dembow, la base del reguetón, hasta r&b, bossa nova y vallenato, con la frescura del pop.
Fuentes tiene planes ambiciosos para los próximos meses, quiere cantar en vivo y es que afirma que además de madre, ser artista es lo que es en realidad. "Es lo único que sé hacer. No sé ni cocinar. Soy la única cubana que no puedo hacer ni un congrí, ni unos frijoles negros".