Cuba vuelve a defraudar a los ambientalistas del mundo

La sociedad civil cubana volvió a sufrir un revés este 20 de septiembre, al no lograr sumarse a las manifestaciones que habían convocado jóvenes ambientalistas en todo el orbe, a favor de la lucha contra el Cambio Climático
Manifestación ambientalista en Miami. /Foto: Jimmy Roque Martínez
 

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La sociedad civil cubana volvió a sufrir un revés frente al Estado este 20 de septiembre, al no lograr sumarse a las manifestaciones que han convocado jóvenes ambientalistas en todo el orbe, a favor de la lucha contra el Cambio Climático.

Inspirado por el ejemplo de activismo cívico de la adolescente sueca Greta Thunberg, desde finales de julio el cubano de 22 años Rubén Darío Herrera presentó al gobierno de la capital de la Isla una solicitud para marchar desde la Plaza de San Francisco de Asís hasta el Capitolio Nacional, según sus declaraciones a la agencia IPS.

Este jueves, en entrevista con la organización ambientalista Guardabosques, Rubén Darío confirmó que “no nos dieron respuesta desde agosto, y la fecha llegó y nada... lo que provocó que igualmente no pudiéramos hacer nada sin su permiso”.

El joven estudiante de Lengua inglesa y francesa en la Universidad de Santa Clara se lamentó, pues por parte del gobierno cubano “no hubo postura hacia las marchas que EN TODO EL MUNDO se estaban organizando, y si el país aboga por la energía renovable y tiene una agenda medioambiental súper implicada, no entendemos cómo hacen esto”.

Esa falta de respuesta “igualmente impide las actividades, porque esta es la semana del clima”, aseveró Herrera.

Como alternativa a que el gobierno no les diera la autorización solicitada para la marcha por el clima, Rubén Darío y quienes le siguen en la iniciativa Juventud por el Clima o Fridays For Future (FFF-Cuba) optaron por realizar publicaciones independientes, que mostraran fotos con posters medioambientales alegóricos a la campaña.

Según la nota de IPS, FFF también fue impedida de participar en la bicicletada organizada de conjunto con el proyecto Masa Crítica, prevista para la tarde de ayer en el capitalino Parque de los Mártires.

No obstante a ello, Rubén Darío afirma en que su “objetivo no es político, sino educativo, de conciencia”.

Otros cubanos, desde Miami

 

 

Por su parte, en la ciudad de Miami varias organizaciones ambientalistas y de estudiantes convocaron a la juventud a lanzarse a las calles una vez más, a fin de advertir sobre la emergencia climática que vive el mundo.

Sin represión alguna los manifestantes, varios de ellos de origen cubano, se congregaron frente al Miami Beach City Hall, portando pancartas que directamente emplazaban a la administración de Donald Trump por su responsabilidad en la actual crisis climática.

Del sitio de encuentro partieron en una marcha pacífica que recorrió buena parte del turístico Lincoln Road Boulevard, exigiendo “Justicia Climática Ahora”, y coreando “La Tierra arde” y “No más combustibles fósiles”.

Integrantes de FFF-Miami, The CLEO Institute, 350 South Florida, y Extintion Rebellion Miami, organizadores de la huelga en el área del condado de Miami Dade, llamaron a mantener estas acciones con sistematicidad.

Queremos que los políticos en el poder declaren una emergencia climática, los eventos globales que suceden no son coincidencia”, expresó a Guardabosques Diana González, una joven cubano-americana, quien también dijo a los ambientalistas en la isla que no están solos, pues “compartimos la misma lucha”.

Miguel Martínez, activista de origen cubano perteneciente a 350 South Florida, también envió su solidaridad con los jóvenes ambientalistas cubanos “que llevan mucho tiempo en esta lucha”, y pidió que “mantengan la resistencia firme”.

Por su parte, Danilo de la Torre, otro de los organizadores de la marcha por el clima en Miami, expresó su desacuerdo con las palabras de Donald Trump sobre la no existencia del Cambio Climático. “Eso nos está costando vidas, y costará trillones de dólares el no prepararnos a tiempo para las catástrofes del Cambio Climático”, dijo el joven quien vino de Cuba cuando tenía 7 años.

 

 

¿Necesitamos alarmarnos en Cuba?

En la Isla la vida transcurre con las personas más centradas en la cotidiana sobrevivencia, ahora más difícil con una crisis que poco tiene de coyuntural, y rebela nuestra fuerte dependencia de los combustibles fósiles. Sin embargo, lo cierto es que la temperatura media en Cuba subió cerca de un grado centígrado desde la mitad del siglo 20 hasta la primera década del presente milenio.

El nivel del mar subió 1.43 milímetros por año y la línea costera perdió un total de 1.2 metros en ese mismo período. Un 82% de sus playas, más de 400, reflejan algún nivel de erosión, según datos registrados en el 2012. Al igual que en Miami, el ascenso del nivel del mar afecta las zonas costeras, donde se desarrolla el grueso de la vida del país.

Además, Cuba cuenta hoy con 20% menos de agua que en 1990. Mientras, desde el 2001, ocho huracanes de alta intensidad han afectado al país.

No obstante, es poca y no sistemática la información que se socializa en los medios estatales cubanos sobre el real estado del medioambiente en la isla caribeña, y la tónica es no levantar alarmas en la población para garantizar la gobernabilidad.

Las iniciativas ciudadanas medioambientalistas, ya sean de activismo directo como de generación y socialización de información, son miradas con sospecha y desestimuladas por los funcionarios, y en ocasiones directamente censuradas o reprimidas.



La hermosa oleada generada con el TrashChallenge meses atrás, hoy es apagada por el gobierno al acallar a quienes claman desde la Isla por un mundo más sostenible.

*Una colaboración de Guardabosques para ADN CUBA

 

 

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