Olga Lucía Mejía, una mujer residente en Montreal, ganó una demanda contra Transat Tours Canada Inc., tras denunciar "una serie de problemas" con su alojamiento en el hotel "todo incluido" Sol Cayo Guillermo, en el centro norte de Cuba, de acuerdo con el medio canadiense Montreal Gazette.
Según la publicación, un tribunal de Quebec falló a favor de Mejía, quien demandó a la agencia de viajes turísticos tras haber ido de vacaciones a Cuba.
La demandante aseguró haber encontrado "una serie de problemas" en el Hotel Sol Cayo Guillermo durante su estancia de una semana. Específicamente, se refirió a ropa de cama sucia o manchada de sangre, colchones hundidos, toallas mal lavadas, muebles rotos, una ducha inservible, una puerta que no cerraba correctamente y una caja fuerte en mal estado, entre otras cuestiones.
De acuerdo con Montreal Gazette, Mejía pidió 2.593,50 dólares de reembolso por su mala experiencia, incluyendo 1.019 para cubrir el costo del paquete turístico, así como 1.019 por pérdida de disfrute y 500 por daños punitivos.
La publicación digital especifica que la demandante solo recibió 1.030,50, una cifra que cubre el costo de las vacaciones y los honorarios por presentar la demanda.
El medio canadiense recuerda que las autoridades del Turismo en Cuba califican al Hotel Sol Cayo Guillermo como una instalación cuatro estrellas pero, a raíz de la denuncia, Transat Tours tuvo que ajustarla a tres y media.
Por su parte, el tribunal dictaminó que tal ajuste no era suficiente basándose en las fotos proporcionadas por Mejía, así como en una sentencia de 2014 en la que se ordenó a otra agencia de viajes pagar 3.000 dólares a clientes insatisfechos que se habían alojado en el mismo hotel.
Además de revisar los comentarios en línea de los hoteles, no hay mucho que los clientes puedan hacer para evitar este tipo de situaciones por adelantado, dijo al Montreal Gazette el abogado de protección al consumidor Joey Zukran.
Sin embargo, ofreció algunas pautas que las personas pueden seguir para protegerse si sus vacaciones salen mal. En ese caso los clientes deben documentarlo todo.
"Esta mujer tenía muy buenas fotos (lo que ayudó a su caso)", dijo.
Si detecta problemas, "llame a la compañía una vez que esté en el hotel y documente esos intercambios".
Aunque aprobó la sentencia, Zukran se mostró decepcionado al saber que el juez no otorgó el resarcimiento por daños punitivos a la demandante, ni compensó a Mejía por su pérdida de disfrute durante su estadía.
"Si se le ordena pagar 500 dólares en daños punitivos, se envía un mensaje a la industria", dijo Zukran. "No es el consumidor quien tiene que cambiar su comportamiento, es el proveedor del servicio. Y la única forma de cambiar su comportamiento es castigarlos. Para eso están los daños punitivos", terminó.