La Administración de Donald Trump anunció este viernes la suspensión de todos vuelos chárter a Cuba, excepto a La Habana, informó el Secretario del Departamento de Estado, Mike Pompeo a través de su cuenta de Twitter.
“He pedido al Departamento de Transporte suspender todos los vuelos chárter públicos a Cuba, excepto a La Habana, (…). Esta acción evita que el régimen de Castro use las ganancias de los ingresos para reprimir al pueblo cubano”, escribió el funcionario.
La medida se trata de una nueva vuelta de tuerca que busca restringir aún más el acceso del régimen a recursos financieros, según alega la administración estadounidense.
Un comunicado del Departamento de Estado señala que las compañías que operan vuelos chárter a destinos fuera de la capital cubana tienen 60 días para cerrar sus vuelos. En total son nueve los aeropuertos en Cuba que reciben en la actualidad estos vuelos, que aliviaban la situación generada por la suspensión de los vuelos comerciales en octubre.
“Además, (...) el Departamento de Transporte (DOT por sus siglas en inglés) impondrá un límite apropiado en el número de vuelos chárter públicos permitidos al Aeropuerto Internacional José Martí”, señala el comunicado de Pompeo, y agrega que el DOT “emitirá una orden en un futuro próximo proponiendo procedimientos para implementar esta limitación”.
En octubre de 2019 el gobierno de Trump prohibió todos los vuelos comerciales a Cuba, excepto a La Habana, pero permitió continuar operando a las compañías chárter.
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Ahora, a partir del vencimiento del plazo, los vuelos chárter, como los comerciales, solo podrán aterrizar en el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, y con las nuevas limitaciones que establecerá el Departamento de Transporte de los Estados Unidos.
“La acción de hoy restringirá aún más la capacidad del régimen cubano de obtener ingresos, que utiliza para financiar su represión en curso contra el pueblo cubano y su apoyo desmesurado al dictador Nicolás Maduro en Venezuela”, agrega el comunicado.
Washington ha incrementado en los últimos meses las sanciones contra el gobierno de La Habana, por su rol protagónico en la desestabilización política de la región, y también por reprimir a activistas y opositores dentro de la Isla.
