Dagmar García Rivera, directora de Investigaciones del Instituto Finlay de Vacunas, dijo este 7 de junio que en la Isla se probará el candidato Soberana 02 en niños.
Lo anterior, pese a las críticas que han recibido estos prospectos de vacunas, dos de ellos en Fase III de ensayos clínicos.
La información fue difundida este lunes por el Ministerio de Finanzas y Precios en Twitter.
"El país prepara las condiciones para los ensayos clínicos de Soberana 02 en las edades pediátricas", aseguró García Rivera.
Asimismo dijo que una vez aprobado, se comenzará en la capital con una muestra de 350 adolescentes y niños entre tres y 18 años de edad.
La cita fue replicada también por el director de la cartera, Frank Trujillo Contreras.
Precisamente el mes anterior, la Asociación Española de Pediatría (AEP) cuestionó la falta de transparencia y necesidad de mayor información en el desarrollo de vacunas cubanas contra la COVID-19.
En un artículo publicado el 17 de mayo, explican los galenos y especialistas que "no es posible hacerse una idea precisa sobre la eficacia, la seguridad y la capacidad de las vacunas probadas en Cuba para controlar la pandemia, pues no hay información de ellas aparte de algunas declaraciones de responsables sanitarios y autoridades del país".
Al respecto de los candidatos vacunales que se desarrollan, señalan que las pautas de dos y tres dosis 'son serios obstáculos'.
"La comunidad científica habría agradecido mayor diligencia y transparencia para compartir la información referida a los productos que se investigan en Cuba. Si alguna de las vacunas cubanas resultara efectiva en el control de la pandemia, merecería estar entre las prioridades de la investigación y desarrollo a nivel global, pero por el momento han de conformarse con ser solo objeto de curiosidad de cómo un pequeño país con una profunda crisis económica está afrontando en soledad los retos de la pandemia", agrega la AEP.
Además, el régimen ha rechazado entrar a la plataforma internacional llamada Mecanismo Covax, auspiciada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras entidades, para garantizar el acceso equitativo a las vacunas contra el coronavirus, ni las ha comprado a otros países.
Apuesta así por sus propias vacunas, que aun no están listas.