Mario Díaz-Balart: Renuncia de otro Castro es insignificante

El congresista republicano consideró que la renuncia de Raúl Castro a la dirigencia del PCC no determina la ocurrencia del cambio político que Cuba necesita realmente para su democratización
Mario Díaz-Balart
 

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El congresista estadounidense Mario Díaz-Balart consideró que la renuncia de Raúl Castro a la dirigencia del Partido Comunista es insignificante y no determina la ocurrencia del cambio político que Cuba necesita para su democratización.

Este viernes, Castro ratificó que entregará la dirección del Partido Comunista de Cuba (PCC), el único permitido en la isla, “a un grupo de dirigentes preparados”. 

Durante el discurso inaugural del VIII Congreso del PCC, que sesiona en La Habana este fin de semana, el general de 89 años refirió que tiene la satisfacción de que entrega la dirección del país a funcionarios “curtidos por décadas de experiencia en su tránsito desde la base hasta altas responsabilidades (…) llenos de pasión y espíritu antimperialista, y sabedores de que representan la continuidad de la Revolución”.

Para Díaz-Balart, congresista republicano por la Florida, el anuncio carece de la importancia que le han concedido grandes medios de comunicación y analistas. 

“Que otro Castro renuncie a un título es insignificante. Cuando los presos políticos sean liberados, los partidos políticos, sindicatos y los medios independientes estén legalizados, y se programen elecciones libres, justas y multipartidistas, entonces tendremos un cambio real”, escribió el político, de origen cubano, en su perfil de Twitter.

Un cambio fraudulento

La opinión de Díaz-Balart es compartida por activistas y opositores al régimen cubano, que consideran que la retirada de Raúl Castro de la dirigencia política cubana no es efectiva y más bien se trata de un cambio fraudulento.

En una directa a través de las plataformas de ADN Cuba, Omara Ruiz Urquiola criticó que para la materialización de ese fraude muchos medios de comunicación estén siendo cómplices del régimen e invisibilicen la represión de la que están siendo objeto muchos cubanos.

“Juegan a cambiar las cargas semánticas, hay medios que le siguen la corriente e invisibilizan la situación represiva”, reflexionó Urquiola, que además condenó el acto de repudio y la detención de Luis Manuel Otero Alcántara este viernes, para frenar su performance de protesta en un garrote vil.

El performance tiene un peso visual importante y por eso lo reprimieron. No quieren un ruido visual ante el simulacro político de la falsa salida de los Castro del poder, agregó la también activista, una de las acuarteladas en la sede del Movimiento San Isidro en noviembre pasado.

Según analizó, mientras sigan habiendo cubanos presos por motivos políticos y se reprima toda muestra de activismo y disidencia, da igual quién esté al frente del PCC, formal y realmente, ya que se seguirá tratando de una dictadura represora que niega la democracia y los más elementales derechos y libertades.

 

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