Un total de 70 peruanos se encuentran en Cuba en tiempos del coronavirus y se quejan de la escasez que atraviesa la Isla. De ellos 18 son turistas, 42 estudiantes y 10 trabajadores de hoteles de cadenas internacionales.
El desabastecimiento en Cuba se ha intensificado con la propagación de la pandemia y los ciudadanos se ven obligados a realizar largas colas para adquirir los productos básicos, los cuales son racionados por el régimen. Los peruanos también sufren esta realidad y piden a su gobierno que los asista con el envío de suministros o con vuelos para regresar a su país de residencia.
Quienes más conocen la vida en la Isla son los estudiantes de Medicina. Una de ellas que no dio su nombre real al diario El Comercio narró, vía telefónica, las penurias que vive en La Habana. Frente a donde vive existe un quiosco que expende alimentos: A veces a las 10 de la mañana todo se acaba y hay gente que pasó la noche ahí y no alcanzó a comprar. La última vez que yo conseguí un kilo de pollo fue después de una cola de 7 horas. De más está decir que las colas son para comprar todo racionado, casi siempre solo 2 unidades por producto. Están regulándolo todo, mucho más que antes”.
Esta peruana vive hace seis años en el país, y dentro de diez semanas terminará su quinto año, aunque le quedarían otros diez para culminar la carrera y ella quiere regresar al Perú cuanto antes. Las clases de las universidades cubanas están paralizadas hasta el momento. Los estudiantes peruanos en la isla son mayormente de la de Medicina de Pregrado y Postgrado, además de diez estudiantes de la Escuela Internacional de Cine y TV, y dos de ballet.
La joven de 22 años dice que aún conserva productos sanitarios importados por ella de su país, pero que los otros no cuentan con tanto y que los turistas tienen prohibido salir de los hoteles. La realidad les impone a los peruanos exponerse al contagio en las largas colas o pagar a altos precios los productos en el mercado negro, donde la especulación ha elevado los precios hasta el 200 por ciento por encima del real.
Por su parte la médico peruana Rosemary Granados, quien vive con su niña de cinco años en Mariano en la capital cubana ya no puede recibir dinero de su familia en Perú por la pandemia. Los envíos con Western Union han sido frenados y ella tuvo que vender cosas para subsistir y no le alcanza para pagar la renta donde vive.
“Las cosas aquí son muy caras, recientemente noté que una tienda tenía pasas, algo que hace muchísimo tiempo no veía, pero el precio era muy alto. Menos de un cuarto de kilo a más del equivalente a 4 euros. Pasamos mucho trabajo para conseguir comida. Encima he tenido que dejar a mi hijita sola en mi casa para poder hacer las colas”, cuenta.
Ante las interrogantes de El Comercio, la Embajada del Perú en Cuba informó, mediante correo electrónico, que 120 nacionales fueron repatriados a Lima el pasado 3 de abril. También señaló que le dieron asistencia y apoyo a 26 turistas que presentaban una alta vulnerabilidad económica y regresaron en ese vuelo planificado.
“A la fecha, hay un total de 70 ciudadanos peruanos que aún se encuentran aquí como consecuencia del cierre de fronteras por la pandemia del COVID-19, quienes tomaron contacto con la Embajada en fecha posterior a la del referido vuelo”, reveló.
“Con respecto a los estudiantes de Medicina (quienes estudian en Cuba bajo la modalidad de “autofinanciados”), efectivamente la escasez de alimentos y bienes de primera necesidad se ha agudizado en Cuba dada la crisis económica generada por la pandemia, que viene afectando a toda la población cubana en general. En ese sentido, estamos trabajando a fin de encontrar una fórmula que permita darles un alivio a estos estudiantes de Medicina en lo que se refiere al acceso a estos productos. Una vez definido este mecanismo, nos pondremos en contacto con ellos”, afirma.
Sin embargo, Granados alega haber escrito a la legación diplomática de su país en Cuba y no haber recibido respuesta. Hasta el momento, su casera no la ha desalojado.
Otras embajadas han ayudado a sus ciudadanos varados en Cuba. Muchos turistas quedaron detenidos en la isla con el cierre de las fronteras por el avance del virus, entre ellos españoles que sí han sido repatriados a su país. Otros estudiantes que viven las penurias de la carestía son los sudafricanos, actualmente existen mil 211 de ellos en territorio cubano y sus reclamos no han sido escuchados.