El popular humorista cubano Otto Ortiz está siendo una pieza clave del “ordenamiento” monetario y cambiario emprendido por el gobierno de la isla, un proceso que arroja nuevas polémicas con cada día que pasa.
Según afirmó Ortiz en su perfil de Facebook, en su pizzería, Otto lugar, seguirán aceptando el CUC, pese a que incluso muchos establecimientos estatales los están rechazando desde el 1 de enero, lo cual favorece la formación de enormes colas en los bancos.
“Si usted está desesperado por cambiar CUC, no vaya al banco, las colas son inmensas. Nosotros aquí en ‘Otto lugar’ se lo aceptamos. Venga aquí, se compra una pizza y aceptamos sus CUC”, dijo el humorista en un breve video que además le sirvió para promocionar su emprendimiento.
“Otto lugar, la mejor pizzería de La Habana, 76209262, 59743947, Otto lugar, la pizzería que acepta CUC. Entrega a domicilio, también en CUC”, agregó, sin que la seriedad impuesta al mensaje le restase su comicidad habitual.
Su anuncio gozó de las simpatías de muchos usuarios de la referida red social y sirvió para bromear con la tensa situación que están viviendo muchos para el cambio de moneda en Cuba desde el llamado “día cero” (1 de enero).
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“Eso sí es hacer una Tarea Ordenamiento seria y profunda, espero no te pase como a Murillo, que dijo que se aceptaría el CUC seis meses más y ni Etecsa, ni los Cupet, ni... ahora lo quieren”, comentó un usuario identificado como José Antonio Cabrera, mientras que otros celebraron la capacidad de Ortiz para hacer marketing en medio de tanta polémica y dificultades, de cara a la eventual desaparición de la que hasta hace unos meses era considerada la “moneda fuerte” o “balas trazadoras” en Cuba.
Este lunes ADN Cuba se hizo eco de las quejas de cubanos sobre la negativa de varias dependencias del Estado a aceptar el difunto CUC, la moneda que sustituía al dólar en la circulación nacional y que ahora dejará de circular.
Esta decisión, aparentemente arbitraria, salta a la vista y provoca indignación entre consumidores, pues el régimen anunció que daría un plazo de seis meses antes de prohibir la circulación definitiva de la moneda.
Un usuario que se identifica en Twitter con el pintoresco nombre de Francis Drake comentó que este 4 de enero fue a comprar combustible en un Cupet —las gasolineras propiedad de la empresa estatal Cuba Petróleos (Cupet)— y se encontró un cartel donde se decía que la instalación no aceptaba CUC.
Desde Guanabo, la activista María Elena Mir Marrero aseguró a Radio Martí que los dos bancos de la localidad —ubicada al este de La Habana— estaban abarrotados de personas que buscan deshacerse lo antes posible de la moneda ya inservible.
Mientras tanto, el precio del dólar en el mercado informal cubano sigue aumentando. Una rápida búsqueda en la plataforma Revolico arroja que lo menos que potenciales compradores de dólares ofrecen a quienes los tienen es 1.5 pesos cubanos convertibles (CUC), el equivalente a 36 pesos cubanos, mientras que los tenedores mayormente los ofrecen a un mínimo de 1.6 CUC (poco más de 38 pesos cubanos).
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Muchos anticipan que resta poco para que la tasa ascienda hasta 75 o, en el peor de los casos, 100, como en el temido Período Especial de los años 90.
El régimen decretó una tasa de cambio única de 24 pesos cubanos por dólar para la fase final del ordenamiento, presumiblemente los seis meses durante los que aún seguirá circulando el peso cubano convertible, a una tasa de uno por uno respecto al dólar.
Sin embargo, por la falta de disponibilidad de dólares en las arcas estatales, los cubanos sólo pueden acceder a la moneda del “enemigo” en el mercado informal, donde la tasa de cambio la dicta la ley de la oferta y demanda, así como la voluntad de tenedores y compradores.