Desbloquéame, el nuevo tema musical del diputado y trovador cubano Raúl Torres, encendió el debate en redes sociales este jueves, tras su publicación en las plataformas de YouTube y Facebook.
Sorpresivamente, no fue necesario que falleciera otro líder revolucionario para que la inspiración llegara al bardo, pues según dijo a Cubadebate: “desde hace tiempo venía escribiendo esta canción”.
El tema es un producto propagandístico de reclamo para el cese del bloqueo o embargo que el gobierno de los Estados Unidos dirige a la “Mayor de las Antillas”.
A un pueblo que amanece con dignidad
Cada día escucha se recrudeció
Y otra vez pierdes la oportunidad
De limpiar tu historia diciendo el bloqueo no.
Desbloquéame. Desbloquéanos.
Aunque la cuestión del bloqueo resulta ser un eficaz parteaguas entre los cubanos (quienes se posicionan a favor o en contra de las sanciones comerciales y financieras contra Cuba) ello es lo que menos ha inspirado los debates entre los internautas.
Chistes y memes afloran, resaltando el bajo nivel poético de la propuesta musical, rayana en la vulgaridad, con un discurso violento, excluyente, y partidista, cercano al más ríspido realismo socialista, que tantos estragos produjo en el arte insular en la década del 70.
Entre referencias a “la masa”, “el mes de abril”, “la humanidad dice”, “Goliat, David y su honda”, “los pueblos del mundo”; queda muy poco de cosecha propia que pueda aportar el autor de Se fue; quien, por demás, sufre de una cada vez más preocupante pérdida de sus capacidades vocales.
Por supuesto que el estribillo no se le escapa a nadie y es el principal blanco de las críticas:
Coge trova, coge timba,
y no comas tanta guinda.
Al brindar con tus cipayos
y otros tontos papagayos.
Y no precisamente por la obvia falta de coherencia en la redacción (para forzar que los versos entren en el cerrado metro del octosílabo), sino por el juego de palabras en la frase “y no comas tanta guinda”, con la cual hace referencia a una expresión popular cubana que, queriendo aquí ser ingeniosa, cae en lo vulgar.
Es válido recalcar que Raúl Torres carece de la picaresca del Guayabero, así como de la fuerza contestataria de raperos y raperas surgidos en entornos marginados. Las imágenes del videoclip que promociona el tema, por demás, lo hacen tan dulzón y gratuitamente embellecido, que resalta lo fuera de lugar de la frase.
Quienes no han seguido la deriva escatológica de Torres, se sorprenden de que este sea el mismo autor de algunas piezas atendibles del cancionero cubano como Se fue o Candil de nieve (esta, en coautoría con Pablo Milanés, hace muchos años atrás).
Algunos cibernautas han reparado en el recurrente falocentrismo del autor. El autoproclamado como “El Pingúo de La Trova”, en respuesta al crítico de literatura y arte Gilberto Padilla, dijo hace poco más de un año: “Debiste haberte matado antes de erectarme el bagre”. En plena efervescencia del caso de los avestruces del general Guillermo García Frías, emergió su priapismo en un mensaje preocupante por misógino. Y ahora, para rematar, la “guinda” al centro de todo.
No debemos ignorar tampoco el aporte a la fauna peyorativa usualmente utilizada para designar y denigrar a los opositores cubanos, quienes además de ser históricamente "gusanos", más recientemente se han convertido en “garrapatillas” y ahora “papagayos”, ante los ojos de funcionarios y dizque artistas.
Es perfectamente válido que artistas y ciudadanos expresen sus posicionamientos políticos en total libertad. Quizás lo cuestionable sea cuando esas estrategias están basadas en el odio y la anulación del contrario, para defender una idea. Sobre todo, cuando disponen de plataformas estatales y nacionales para proyectar sus discursos excluyentes, mientras otras visiones deben sobrevivir a las faltas de libertad de expresión imperantes en Cuba.
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El perfil de Raúl Torres en Facebook no parece el muro de un trovador, sino otro bastión propagandístico del gobierno cubano, plagado de las tradicionales consignas y noticias manipuladas para lavar el rostro internacional del sistema antidemocrático cubano.
El video inicialmente subido a YouTube ha sido retirado, probablemente para rectificar las escandalosas faltas ortográficas que aparecen en el subtitulaje (ej: indesencia), pero la versión final que el Ministerio de Cultura acaba de colocar, tampoco está exenta de erratas.
También la publicación que hizo el autor en su perfil de Facebook fue retirada por un momento, y con ella, todos los comentarios críticos que recibiera en el día de ayer. Antes de que sucediera, y para que no se perdiera esa respuesta espontánea de las personas, aquí les traemos algunas de las reacciones.