El médico cubano, Dairon Elizondo Rojas, que vive hace un año en la zona fronteriza de Matamoros, México, considera que "el gobierno cubano nos ha tenido esclavizados toda una vida".
En declaraciones a VOA, el doctor especializado en Terapia Intensiva que busca asilo político en EEUU, responsabilizó al régimen de La Habana por no dejar que la isla brille y que prolifere el recurso humano que existe.
La última corte de Dairon está prevista para el 23 de junio. Hasta ese momento él debe permanecer esperando en Matamoros donde se desempeña desde hace meses como el médico de la comunidad.
"Aquí estoy haciendo un poco de pediatría, ginecología, de cada especialidad por la que roté en la carrera, aunque yo soy especialista en terapia intensiva", declaró a ese medio.
"Voy a la cuarta corte que debería ser la última. Pero ahora como el puente está cerrado a todos les están reprogramando la cita hasta que se abran las cortes nuevamente. No queda de otra que esperar a que llegue la corte final y ver qué sucede", agregó.
El campamento de Brownsville-Matamoros es una residencia temporal para los centroamericanos, haitianos, cubanos y venezolanos que están esperando sus citas de asilo que podrían permitirles ingresar a los EEUU.
El doctor Elizondo adquirió experiencia trabajando en entornos desafiantes gracias a un programa de capacitación que lo hizo viajar a una misión médica cubana en Venezuela.
Después de cursar sus estudios de medicina, Elisondo Rojas fue enviado durante casi tres años a una clínica del gobierno venezolano, pero fue obligado a regresar a la isla luego de expresar críticas contra Nicolás Maduro.
"El gobierno me devolvió a Cuba, y eso tuvo consecuencias", contó el galeno hace meses al New York Times.
Un día, al pasar por el campo de migrantes cerca del puente fronterizo, vio una gran pancarta atada a una valla con las palabras "Se busca médico". Varios migrantes estaban hablando con una persona con un estetoscopio colgando de su cuello. Era una clínica emergente abierta en octubre por Global Response Management, una organización internacional sin fines de lucro cuyos médicos, enfermeras y médicos voluntarios se han desplegado en lugares como Irak, Yemen y Siria.
Elizondo dijo que era médico y que podría cubrir la plaza.
"Pensé: "Si tiene licencia y credenciales, ¿cómo podría no usarlo?", dijo Helen Perry, directora ejecutiva del grupo. Ella le pidió su diploma médico y otros documentos, que él envió por WhatsApp, y luego de dos días de prueba fue contratado.
Aunque no tiene abogado, espera ganar su caso de asilo, aprender inglés y comenzar a practicar medicina al otro lado del puente, en los Estados Unidos.