Parte del equipo sanitario cubano enviado a Perú para combatir el avance de la COVID-19 han sido reubicado luego de negarse a asistir a sus puestos de trabajo.
Tras solo cuatro días laborando en el país, los cubanos protestaron por las jornadas laborales de 12 horas, además exigieron que la sustitución de los equipos de protección cada seis horas, así hace constar en un documento presentado por Leandro Pérez, director del Hospital Regional de Chimbote.
Según Perú21, la decisión ante estos sucesos fue trasladar a los médicos hacia otro hospital. A decir del medio de prensa, Luis Alberto Huamaní quien es el titular de la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Áncash minimizó el asunto pero confesó que: “Hubo algunas dificultades en el Hospital de Chimbote, pero se han superado reubicando al personal en el Hospital La Caleta, donde también se necesitan. Hay otra parte que está haciendo trabajo de campo”.
El directivo dijo que los problemas se originaron por mala comunicación entre el equipo cubano y los peruanos a cargo. Hasta el momento no se reportan situaciones similares en el sitio a donde fueron movidos.
La brigada cubana arribó a Perú el pasado 3 de junio en un avión de las Fuerzas Armadas de es anación. El personal médico cubano, compuesto por 50 galenos y 35 enfermeras, ha sido enviado a cuatro regiones del país: Moquegua, Arequipa, Ayacucho y Áncash.
Al parecer han existido quejas sobre el trabajo de los miembros de esta misión. Perú21 alega que el país necesita más médicos intensivistas para que se hagan cargo de los pacientes más critivos ingresados en las unidades de cuidado intensivo. Sin embargo, Cuba solo ha enviado cuatro de estos especialistas y 15 enfermeros intensivistas. También se precisan neumólogos y solo dos llegaron en la Henry Reeve, los faltantes son cuatro médicos epidemiólogos; cuatro especialistas en medicina interna; cuatro pediatras; tres anestesistas; y 28 médicos generales y enfermeros generales los restantes.
Perú presenta un alto nivel de contagios con más de 299 mil casos. El trabajo de los cubanos se ha resume, según declaraciones de la prensa, en visitar los domicilios para identificar los posibles contagios y también imparten charlas educativas como método preventivo.
En Moquegua, al sur del Perú, Luis Caya Salazar quien se desempeña como consejero regional allí, informó su descontento por la falta de personal sanitario especializado. Para esa zona solo enviaron a 11 médicos cubanos y cinco enfermeros, ningún es intensivista.
Por su parte en Áncash, según publicó Expreso, el presidente del Cuerpo Médico del Regional Eleazar Guzmán Barrón, Leandro Pérez Rodríguez informó que los galenos cubanos presentan un nivel de conocimiento deficiente: “Son buenos para la primera línea de acción (prevención), mas no en la parte recuperativa. Ellos no podían estar solos. Además, no querían ingresar a la unidad de cuidados intensivos (UCI). No se acercaban a los pacientes con COVID-19”.
El Ministerio de Salud (Minsa) de Perú pagará sueldos de 2 mil dólares mensuales a los médicos cubanos enviados por el régimen para ayudar a frenar la propagación del nuevo coronavirus.
El convenio firmado entre los ministerios sanitarios de ambas naciones estipula que el Ministerio de Salud de Perú (Minsa) debe pagar este estipendio mensual y que será depositado en cuentas de ahorro individuales a los profesionales cubanos.
Además el Minsa debe cubrir otra serie de gastos entre los que figuran la manutención del personal, traslado desde Cuba y el retorno cuando hayan concluido la misión y los costos por seguro de vida y de salud. La parte peruana deberá asumir los gastos de transportación y evacuación a la Isla de aquellos integrantes de la Henry Reeve enfermos o accidentados.
Ante el azote de la pandemia a nivel global el régimen de La Habana ha enviado brigadas médicas a diversos países. La renta de profesionales de la salud a gobiernos extranjeros aporta a Cuba más de 10 mil millones de dólares, según los últimos datos oficiales disponibles. Actualmente, el país ha exportado unos 2 mil 500 profesionales de salud con destino a 26 naciones para combatir la COVID-19. Estos se suman a los 28 mil que ya estaban en 59 países. El negocio sigue creciendo y los médicos no tiene otra salida que aceptar ser las monedas de cambio.
A inicios de año, dos relatorías de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declararon que las condiciones de trabajo de los médicos cubanos pueden considerarse como trabajo forzado.