La semana pasada el artista Luis Manuel Otero Alcántara comenzó un homenaje de nueve días como señal de duelo por las tres niñas que murieron el pasado 27 de enero producto del derrumbe de un balcón de un edificio en el barrio Jesús María, en la Habana Vieja.
Desde ese momento se ha visto, sobre todo a través de las redes sociales, a miembros del Movimiento San Isidro cerca de edificaciones en peligro de derrumbe portando en sus cabezas cascos de construcción.
El rapero cubano Maykel Osorbo es uno de los que ha estado apareciendo en las redes con un casco en señal de protesta por el gran número de viviendas que se encuentran en peligro de derrumbe en la Habana Vieja.
En una publicación que hizo en su perfil de Facebook, Maykel responsabilizó a Díaz-Canel por las víctimas fatales a consecuencia de los derrumbes.
"Seguimos protestando gústele a quien le guste y pésele a quien le pese, se están cayendo las viviendas tú Robolución nos está matando DÍAZ-CANEL bajando". Escribió Maykel.
El rapero cubano acompañó su texto con una foto de él donde se le ve con un casco amarillo que en letras negras dice: Los Niños nacieron para ser felices no para morir en derrumbes.
Recordemos que tanto Otero Alcántara como Maykel forman parte de ese grupo de artistas independientes que son perseguidos por el régimen de La Habana por el único hecho de querer que Cuba sea un lugar donde los seres humanos no sean perseguidos por pensar y opinar diferente, y en el caso específico del ellos dos, sea un lugar donde puedan desarrollar su arte con libertad.
El activismo de Maykel en favor de las libertades fundamentales y el derecho a expresarse a través de la música, le costó que el régimen lo sancionara en 2018 a 18 meses de privación de libertad, de los cuales cumplió 12 dentro de la prisión.
Frenar el deterioro del fondo habitacional continúa siendo una tarea pendiente del régimen, el cual no escatima a la hora de levantar nuevos hoteles y otras instalaciones destinadas al turismo, pero siempre está listo para escudarse tras la carta del embargo estadounidense si se trata de invertir en el pueblo.
Como se sabe el problema de la vivienda no es nuevo, lo que ocurre es que ahora gracias a las nuevas tecnologías de comunicación es más visible, sobre todo porque cada día crece el número de cubanos dispuestos a mostrarle al mundo lo que sucede dentro de la isla.
