“Las autoridades kenianas ratificaron que ambos médicos se encuentran bien y continuarán los esfuerzos para su regreso seguro”, aseguró hoy la vicepresidenta del Consejo de Ministros de Cuba, Inés Chapman, en un encuentro con la prensa nacional para informar sobre la situación de los galenos secuestrados en el país africano.
La vicepresidenta explicó que durante su participación en la Cumbre de los países de África, Caribe y Pacífico (ACP), celebrada entre los días 9 y 10 de diciembre de 2019 en Nairobi, Kenya, se reunió con las autoridades de aquella nación, incluido el presidente, Uhuru Kenyatta, con quienes trató el asunto.
Transmitió también su agradecimiento al gobierno de Kenya por las gestiones que realiza para lograr el retorno de Landy Rodríguez y Assel Herrera, secuestrados el 12 de abril mientras se dirigían en un vehículo al hospital de Mandera, cerca de la frontera con Somalia, por un comando del grupo islamista Al Shabab.
“Están en Somalia; vivos, eso seguro, y en buen estado de salud”, aseguró en octubre el portavoz del gobierno keniano, Cyrus Oguna, a la agencia española Efe, uno de las últimas informaciones oficiales que se tuvo hasta el momento de los cubanos.
La mayor esperanza es que los secuestradores lleguen al punto en que “el coste de mantener a los rehenes sea superior al de liberarlos y se vuelvan más pragmáticos y razonables”, comentó a la noticiosa española el experto en política en el Cuerno de África y director del instituto Sahan Research, Matt Bryden.
Actualmente hay constancia de otras dos personas directa o indirectamente secuestradas por el grupo yihadista: una enfermera alemana del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) capturada en mayo de 2018 en Mogadiscio y una voluntaria de la ONG italiana Africa, en el condado keniano costero de Kilifi.
Al Shabab, que lucha por instaurar en Somalia un Estado wahabí (la corriente más reaccionaria dentro del Islam sunita), tiene personal médico formado, por lo que aunque use a los secuestrados para trabajar con heridos o enfermos, esa no es la razón fundamental de los secuestros.
Los cabecillas de Al Shabab precisaron exigieron 1,5 millones de dólares a cambio de su liberación, una suma que el Gobierno cubano niega que se haya exigido.