Leonardo Ferrer Llópiz, periodista oficialista de la televisión cubana fue “atacado” por un chimpancé del Zoológico de 26, en La Habana, mientras realizaba un reportaje en la instalación.
El propio reportero compartió en su perfil de Facebook un video del incidente, ocurrido mientras realizaba una grabación junto a la jaula de los monos, uno de ellos le tiró cáscaras de frutas y luego lo escupió. Como “Lo que usted no vio” título Ferrer Llópiz a la evidencia del ataque.
En el material se observa cómo el joven periodista intenta ser amigable con los chimpancés para poder concluir su trabajo, pero ellos parecen no estar muy interesados en ser “cordiales”. Ferrer Llópiz le extiende la mano a uno y por respuesta recibe un baño.
Según explicó el reportero en la sección de comentarios, primero le tiraron un mango sin cáscara, luego otro con cáscara y por último agua.
“Jajajaja, al final tuve que contar la historia de un jaguar, porque estos monitos no me dejaron en paz”, señaló.
El post ha generado muchísimos comentarios divertidos.
“Leo, ¿y ese atentado?”, “Coño, men, ese mono te cogió la baja”, “¡Vamos, Leo! ¡Demuéstrale que no le tienes miedo!”, “Esos monos deben indemnizarte”, “Dile al canal que te pague peligrosidad”, y “Pero muchacho, ese mono se encarnó”, fueron algunos de las bromas de sus amigos en la red social.
Ferrer Llópiz había publicado anteriormente, también en su perfil de Facebook, que se encontraba en el Jardín Zoológico de La Habana preparando un material televisivo, ya que la instalación “abrirá al público este viernes cuando la capital cubana entra en la Fase 1 de recuperación por la la crisis de la COVID-19.
“Nosotros nos adelantamos algunas horas para ofrecer detalles de cómo se encuentran las 99 especies que exhibe ese sitio”, refirió el periodista.
El zoológico de La Habana es el parque zoológico principal de Cuba y el más antiguo del país, inaugurado en 1939. Ocupa la antigua finca y vivero "La Rosa", propiedad del ayuntamiento. Popularmente se conoce como el Zoológico de 26, por tener su entrada principal en la Avenida 26 de la capital cubana.
Desde sus orígenes tuvo una proyección conservacionista, científica y pedagógica. Sin embargo, sobre las pésimas condiciones en que conviven los animales de este zoológico los animalistas cubanos han hecho disímiles denuncias, relacionadas con la falta de alimentación, higiene y los terribles maltratos a los que son sometidos.
Ante estas indisciplinas los trabajadores del zoológico se sienten maniatados por no existir una Ley de Protección Animal en el código penal cubano que les permita multar o reprimir legalmente este tipo de comportamientos incívicos.
