En algunas provincias de Cuba las autoridades no tienen instalaciones adecuadas para albergar a los enfermos de dengue, quienes se ven obligados a pasar las fiebres en albergues mugrientos, parecidos a barracones.
La provincia Santiago de Cuba, por su parte, ha sido una de las más afectadas de la Isla. Tanto es así que las autoridades se han visto en la obligación de improvisar algunos establecimientos, muchos anteriormente en desuso, porque los centros médicos no dan abasto.
Muchas han sido las quejas de personas que han sido ingresadas aún sin los síntomas, las han obligado a permanecer en el centro por siete días, y al final, cuando le han hecho las pruebas, están sanas.
“Yo no sé qué pretenden con ingresar personas sanas y dar de alta solo después de siete días. Durante esos días uno tiene que sufrir mala alimentación, falta de higiene y el estar amontonados uno encima del otro en estos pulgueros a los que el gobierno llama salas. Y si te vas, te ponen una multa”, expresó Ibernalis Poulot Zamora.
Solamente en La Maya, existen tres locales que sirven de centros de ingreso, uno de ellos es el policlínico de la localidad, los otros dos son la Villa Deportiva, actualmente en ruinas, y el Palacio de Pioneros.
En ambas instalaciones las autoridades sanitarias han puesto una especie de camastros con palos amarrados para colgar los mosquiteros.
Las literas se amontonan en un bajareque de escasos metros cuadrados. Y en el pequeño espacio que queda entre los artefactos colocaron sillas de hierro donde se sientan y duermen los acompañantes.
“En la Villa Deportiva hay como seis cuartos y cuando yo estaba allí había más de 100 personas. Los baños siempre estaban en malas condiciones y la comida era una porquería. Yo me pasé seis días y cuando me hicieron la prueba estaba bien”, replicó un joven que estuvo internado y que no quiso revelar su identidad.
Los tratamientos son siempre los mismos si no hay ninguna complicación del cuadro clínico. A los pacientes se les suministra vitaminas y sales de rehidratación. En cuanto a los análisis complementarios, se realizan el conteo de Plaquetas y el Test o Monosuero a la media noche del día antes del alta médica.
“Los casos positivos de dengue desarrollan cierta inmunidad a esa cepa específica del virus. Sin embargo, las peores complicaciones (dengue hemorrágico) se producen de forma secundaria a la enfermedad y puede causar la muerte”, declaró Roberto Serrano Delis, epidemiólogo de la zona.
Ana América Rodríguez Anaya y Harold Cordovi, ambos de cinco años, murieron por causa de un severo descenso en el número de plaquetas en sangre, lo que les provocó sangramientos agudos por la boca, nariz y oídos causándoles la muerte.
También murió otra pequeña de siete años, Génesis Aurora Tamayo, por las mismas causas, según denunció el internauta Yoandri Veranes. En ninguno de estos casos se pronunciaron las autoridades.
“Los medios de alcance nacional adoptan un total silencio ante la crisis. Esto provoca que las personas desconozcan el principal indicador que refleja el nivel de percepción crítica real que denota la gravedad de la epidemia”, agregó el médico.
En cuanto al término epidemia, solo es usado por los que en realidad conocen la seriedad de la situación, pues el gobierno se ha negado a declarar territorios como epidémicos, obviando los números de prevalencias e incidencias del virus en estos lugares.
“Los datos epidemiológicos que se conocen extraoficialmente, por lo menos en Santiago de Cuba, califican la infección como epidémica desde hace tiempo”, aseveró el especialista.
“Declarar los territorios con brotes epidémicos no es un capricho, pues de ser así las acciones para contrarrestar la enfermedad serían más intensas, preventivas y eficientes”, concluyó.