Las protestas antigubernamentales del 11 de julio en Cuba fueron el tema principal de la edición de septiembre de la revista del proyecto Demo Amlat, una iniciativa de Transparencia Electoral que defiende y promueve los valores democráticos en Latinoamérica.
Entre los autores que recoge la revista se sitúan los cubanos Leduán Ramírez Pérez, Fidel Gómez Güell, Camila Rodríguez y el artista visual Julio Llópiz-Casal.
El 11 de julio y los sucesos que se desencadenaron a raíz de la fecha son abordados desde lo testimonial, el campo simbólico y el activismo a favor de los detenidos y agredidos en esa fecha.
El texto que da inicio a la publicación es del joven antropólogo y escritor Fidel Gómez Güell, quien narró sus vivencias en las protestas.
“El sueño de alcanzar la libertad plena ha calado en una parte importante de un pueblo que llevaba demasiado tiempo en un letargo vergonzoso. Creo que ha servido para demostrar que sí hay voluntad de cambio y toma de conciencia política. Creo que se ha mostrado al mundo la cara horrible de la bestia, su verdadera condición inhumana. Ha servido para reconocer el gigantesco abismo generacional que nos divide y para confirmar lo que ya algunos sabíamos —y hoy saben muchos más—, que esta lucha se decide en Cuba, con el pueblo cubano en las calles, reclamando libertad, construyendo el cambio con sus manos, pacíficos, pero de manera decidida. Se trata de una especie de comienzo del fin”.
A su vez Ramírez Pérez, quien es Doctor en Ciencias Sociales, analizó la simbología relacionada a la fecha. El académico abordó el empleo de signos y símbolos como instrumentos de dominación por parte del régimen cubano.
“En la Cuba actual la discursiva que asocia los problemas sociales y económicos con el embargo estadounidense y supuestas campañas orquestadas desde el extranjero para sustituir al Gobierno, ha perdido credibilidad ante las masas. Es ahí donde el Estado cubano dirige su retórica hacia un nuevo enemigo; el interno y enfrenta al pueblo contra el pueblo.”, señala una nota del proyecto a la que ADN Cuba tuvo acceso.
Al respecto Ramírez Pérez afirma que “Esta merma de su poder justificante ha provocado que el régimen requiera nuevos enemigos a quienes culpar de la situación nacional. En esta variante se explota la estigmatización, la criminalización, la creación de delitos y la humillación social como elementos de creación simbólica. Para crear enemigos se requiere tergiversar y utilizar de forma arbitraria la normativa jurídica nacional”.
Un texto vital en la revista es el de Camila Rodríguez, activista que colabora en la confección del listado de detenidos y desaparecidos en el contexto de las protestas.
La lista recoge más de mil nombres de personas apresadas o desaparecidas luego de las protestas. A más de dos meses del levantamiento popular aún se gestan detenciones.
Los delitos que se les imputan a los detenidos son, generalmente, Desorden Público, Instigación a Delinquir y Atentado. Decenas han sido procesados en juicios exprés sin el mínimo asesoramiento legal.
“De cualquier modo, cada día son más las familias que se nos acercan pues, contrario a lo que intenta lograr la SE, la realidad ha demostrado la necesidad que supone la denuncia pública como mecanismo de presión para la concesión o bien de la libertad, o bien de sentencias o medidas que favorezcan a los detenidos” declaró Rodríguez,