Presas políticas cubanas sujetas a condiciones horribles, denuncian activistas

En el evento participaron las Damas de Blanco Berta Soler, líder del grupo, Yolanda Santana y Xiomara Cruz Miranda, quienes dieron testimonio de la situación de violencia, persecución y criminalización que enfrentan las mujeres cubanas que se organizan para denunciar violaciones de derechos humanos
Prisión cubana, Combinado del Este, en La Habana.
 

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En el evento virtual del Instituto Sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos, Christine Fetterhof, directora de programas de la organización, dijo que según cifras del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, en lo que va del año 2020 ha habido al menos 1,249 detenciones arbitrarias documentadas en Cuba y de esas 367 fueron de mujeres.

Señaló además que el gobierno cubano se ha aprovechado de la pandemia de la COVID-19 para aumentar la represión.

“Las organizaciones de la sociedad civil independiente con las cuales trabajamos nos han informado que el gobierno está aprovechando la emergencia sanitaria generada por la pandemia de COVID-19 para incrementar las acciones de represión en contra de personas defensoras de derechos humanos y de periodistas y activistas independientes, siendo las mujeres más vulnerables ante las acciones de persecución y censura”, declaró Fetterhof.

En el evento participaron las Damas de Blanco, Berta Soler, líder del grupo, Yolanda Santana y Xiomara Cruz Miranda, quienes dieron testimonio de la situación de violencia, persecución y criminalización que enfrentan las mujeres cubanas que se organizan para denunciar violaciones de derechos humanos y exigir condiciones de vida dignas para todos.

“En el 2020, pese a que interrumpimos la campaña por la libertad de los presos políticos por la pandemia COVID-19, hasta este momento ya tenemos un total de 107 detenciones. Actualmente se encuentran dos Damas de Blanco detrás de la rejas: Marta Sánchez González y Aymará Nieto”, indicó Soler.

Las participantes hablaron de sus experiencias al ser detenidas. Se mencionaron condiciones higiénicas horribles, mala alimentación, falta de atención médica, golpes y torturas.

Por su parte, la comisionada Margarette May Macaulay, relatora sobre los derechos de las personas afrodescendientes y contra la disciminación racial de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, dijo que el efecto y consecuencias del encarcelamiento de mujeres es extremadamente dañino, no sólo para ellas, sino sus familias y comunidades.

Opinó además que si el gobierno cubano reconociera eso dejaría de criminalizar a las mujeres que están hacienda el trabajo que el Estado debería hacer, que es promover y proteger los derechos de todos.

Dijo que las acciones del gobierno cubano han contribuido a que nuestra región tenga, junto con Asia, las mayores poblaciones de mujeres presas en el mundo, añadiendo que “esto tiene que acabarse”.

El Instituto Sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos lanzó este año la campaña Cubanas Libres Ya con un sitio web donde recogen las historias de mujeres activistas que fueron prisioneras políticas y de defensoras de derechos humanos excarceladas o actualmente hostigadas por el gobierno a causa de su activismo político.

 

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