La congresista estadounidense María Elvira Salazar y sus colegas representantes August Pfluger y Mark Green pidieron al presidente Joe Biden que reconozca al régimen de Cuba como una amenaza para la democracia en todo el hemisferio.
Mediante una misiva, los legisladores comunicaron al mandatario demócrata que una manera de materializar ese reconocimiento es implementando “una política hacia Cuba que responsabilice al régimen por sus abusos de derechos humanos y su apoyo a los regímenes autoritarios de la región”.
Los tres firmantes de la carta se dijeron muy preocupados “por la amenaza que representa la dictadura comunista de Cuba para la seguridad nacional de Estados Unidos y la estabilidad del hemisferio occidental”.
Por ello, instan al presidente a “tomar las medidas necesarias para restringir el flujo de dólares estadounidenses al ejército cubano, mantener las designaciones que responsabilizan al régimen por su apoyo al terrorismo global y continuar apoyando la democracia en la isla”.
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Representante en la Cámara Baja del distrito electoral número 27, en Florida, Salazar explicó al jefe del Ejecutivo que es hija de exiliados cubanos y su comunidad, “de víctimas y sobrevivientes de la tiranía, entiende demasiadamente bien la verdadera naturaleza déspota del régimen castrista”.
“No es momento de concesiones al mismo régimen que sigue encarcelando, matando de hambre, asesinando y oprimiendo al pueblo de Cuba. Es hora de apoyar a los hombres y mujeres valientes que anhelan la libertad dentro de la isla y espero que esta administración apoye al pueblo cubano y condene a la tiranía asesina que lo oprime”, manifestó la otrora periodista y presentadora de noticias de medios latinos en el sur estadounidense, descartando su apoyo a una eventual política de deshielo en las relaciones de Estados Unidos con Cuba.
Por su parte, Green, líder republicano del Subcomité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes para el Hemisferio, subrayó la importancia que, a su juicio, tiene “mantener las políticas de la administración anterior y no volver a las políticas de apaciguamiento fallidas de la administración Obama”.
Ello, porque “la lista de violaciones de derechos humanos por parte del régimen comunista de Cuba es extensa e incluye la supresión y tortura de disidentes políticos sin el debido proceso o el cumplimiento del estado de derecho”.
“Los disidentes políticos se encuentran recluidos en condiciones carcelarias notoriamente atroces, y la dictadura cubana tiene un historial de exportar su sistema opresivo y socavar las democracias de la región”, comentó.
A su vez, Pfluger remarcó el hecho de que Estados Unidos es “un faro de la libertad y la democracia”, por lo que su política exterior hacia los regímenes autoritarios debe “hacerlos responsables de todas y cada una de las violaciones de derechos humanos y acciones opresivas” que han acometido.