El Comité contra la Tortura de la Organización de Naciones Unidas (ONU) pidió a Cuba sancionar a los responsables del uso excesivo de la fuerza durante las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021, como parte de una serie de recomendaciones que el órgano de derechos humanos emitió este viernes ante los abundantes reportes de violaciones a las libertades individuales y a los derechos humanos, políticos y civiles en la isla.
En sus recomendaciones, el Comité instó también al régimen a prevenir las detenciones arbitrarias de los defensores de derechos humanos, periodistas y artistas, así como a investigar todos los casos de muertes durante la privación de libertad y velar por la independencia e imparcialidad de la Fiscalía y el Poder Judicial, según reportó el servicio noticioso de la ONU.
En el documento, el Comité expresó preocupación por las denuncias de que agentes de la ley y simpatizantes del régimen han infligido malos tratos a manifestantes, activistas y opositores como “golpizas, insultos, amenazas de carácter sexual, registros corporales integrales, aislamiento en celdas oscuras, uso de gas pimienta, exposición a altas temperaturas dentro de vehículos policiales, y abandono de personas retenidas en zonas remotas”.
También mostró su preocupación por “las denuncias de juicios sumarios sin garantías al debido proceso, las restricciones a la movilidad, las limitaciones en el acceso a internet y los actos de repudio”, alegaciones todas que fueron rechazadas por el Estado cubano durante el examen del que fue objeto en la 73° sesión de la entidad, celebrada entre abril y mayo.
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Ante las denuncias, el Comité recomendó al régimen de la isla establecer protocolos que regulen las acciones de las fuerzas del orden durante las protestas sociales, en consonancia con las normas internacionales de protección de derechos humanos.
De igual forma, invitó a la adopción de las medidas que resulten necesarias para prevenir detenciones arbitrarias y actos de hostigamiento contra activistas y opositores, así como para garantizar que estos actos represivos sean investigados y sancionados cada vez que ocurran.
El Comité recomendó especialmente establecer un mecanismo nacional independiente de protección de defensores de derechos humanos, periodistas y otros actores de la sociedad civil.
No es la primera vez que el Comité contra la Tortura u otras instancias de la ONU se pronuncian sobre prácticas que reflejan la naturaleza dictatorial y represiva del régimen cubano, a la vez que emiten recomendaciones para su abolición y evitar que se repitan.
La Habana sólo expone a su ciudadanía los reconocimientos y aspectos que le resultan favorables en los exámenes a los que tiene que someterse como Estado miembro de la ONU, omitiendo críticas y recomendaciones, que termina por ignorar.