El periodista cubano Roberto Quiñones, condenado a un año de cárcel en su país por desobediencia y resistencia a las autoridades en un caso que ha adquirido relevancia internacional, presentó este lunes un recurso de apelación con el que busca obtener un nuevo juicio.
"Estoy pidiendo que el tribunal provincial (de Guantánamo, este de la isla) me acepte las pruebas que me rechazó el tribunal municipal, y estoy pidiendo la celebración de la vista de apelación", declaró a Efe el periodista de Cubanet, un medio con sede en Miami conocido por su postura contraria al Gobierno cubano.
Quiñones aseguró que, tras recibir su apelación, el tribunal provincial deberá decidir si se celebra un nuevo juicio o si, por el contrario, confirma la sentencia de la instancia municipal, en la que se le impone un año de cárcel por "resistencia y desobediencia" en relación con unos hechos acaecidos el pasado 22 de abril.
Ese día el periodista de 61 años fue arrestado cuando se disponía a cubrir el juicio contra una pareja de religiosos procesados por querer educar a sus hijos en su hogar.
Según su versión, fue detenido sin motivo aparente, esposado, conducido a la comisaría y golpeado en varias ocasiones, en las que asegura le lesionaron el tímpano y le causaron varios hematomas.
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La Fiscalía cubana interpretó, sin embargo, que Quiñones se había resistido al arresto, por lo que le impuso una multa -el entonces acusado se negó a pagarla al considerarse inocente- y finalmente, el miércoles 7 de agosto, el tribunal le condenó a un año de privación de libertad sustituido por trabajo correccional con internamiento.
"No les voy a cumplir ningún campamento de trabajos forzados. Si quieren sancionarme que me manden para la cárcel. Tampoco les voy a aceptar ninguna sanción subsidiaria o multa. Me tendrán que llevar para la cárcel y serán responsables de lo que me ocurra", declaró el periodista.
Quiñones considera que su proceso es un "juicio político" y asegura estar "preparado para lo peor" ya que en Cuba, opina, "los juicios no los controla o los decide el tribunal sino la Seguridad del Estado".
El caso ha adquirido relevancia internacional y la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que representa a más de 1.300 publicaciones del continente, criticó la semana pasada al Gobierno de Cuba, al que acusó de "perseguir periodistas" y censurar, según su presidenta, María Elvira Domínguez, directora del diario El País de Cali (Colombia).
"Tengo que agradecer la solidaridad que he recibido", añadió Quiñones, que estos días busca un abogado para hacer frente a su caso aunque sin demasiadas esperanzas. "Si me equivoco lo reconoceré, pero no soy optimista en ese sentido", aseguró.