El régimen cubano detuvo en la mañana de este jueves a los activistas por los derechos humanos Berta Soler y Ángel Moya, quienes pretendían entregar en la Fiscalía General de la República un documento pidiendo “fe de vida” del opositor José Daniel Ferrer, preso desde el levantamiento popular del 11 de julio.
Soler, líder del movimiento Damas de Blanco, informó en su perfil de Facebook que tras horas de detención arbitraria ella y el ex prisionero político Ángel Moya fueron liberados, pero les quitaron el documento que presentarían a favor de Ferrer, coordinador nacional de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu).
“Hoy día 23 de septiembre el expreso político por conciencia Ángel Moya Acosta y yo salimos de la sede nacional de las Damas de Blanco a las 9:45 am, nos dirigimos a la Fiscalía General de la República para entregar un documento pidiendo Fe de vida por José Daniel Ferrer García, al igual que otros activistas en las Fiscalías más cercanas a sus viviendas”, explicó Soler.
“En el caso nuestro fuimos detenidos a las 10:00 am en la avenida Porvenir por agentes del DSE-PNR [Departamento de la Seguridad del Estado y la Policía Nacional Revolucionaria] en un mismo carro patrulla de la Seguridad, para el parqueo de la unidad policial de Aguilera”.
A las 10:40 am trasladaron a Moya en otra patrulla para la unidad de Cojímar, donde lo retuvieron hasta las 9:05 pm. Por su parte, Berta Soler fue trasladada para la unidad policial del Cotorro, donde la mantuvieron hasta las 9:00 pm que fue liberada cerca de la sede de las Damas de Blanco.
“Ha ambos nos ocuparon en la unidad policial que estuvimos el documento de Fe de vida para José Daniel”, denunció Soler.
La ONG Prisioners Defenders denunció que este jueves también fueron arrestados otros activistas que buscaban ingresar en fiscalías el documento sobre Ferrer, entre ellos los activistas de la Unpacu Zaqueo Báez, Bartolo Cantillo y Henry Couto, así como el ex preso de conciencia Lázaro Rolando Kessel Barrueto, del Movimiento Opositores por una Nueva República.
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La hermana de Ferrer y también activista de su organización, Ana Belkis Ferrer García, aseguró en redes sociales que “sicarios de la dictadura” mantenían bajo vigilancia a los miembros de Unpacu, este jueves 23 de septiembre.
Ferrer fue detenido cerca de su vivienda en el reparto Altamira, Santiago de Cuba, el pasado 11 de julio, cuando se dirigía junto a su hijo al Parque Céspedes, para unirse a las manifestaciones populares de ese día.
El 16 de agosto lo condenaron a cuatro años y 14 días en prisión, ya que las autoridades judiciales revocaron la sanción de “limitación de la libertad” (sin internamiento) que tenía desde el 2020.
Las autoridades mantienen la acusación en su contra por supuesto “desorden público”.
Tras dos meses de incomunicación, el 30 de agosto envió una carta a su esposa, Nelva Ismarays Ortega, donde indica que desde el 12 de agosto permanece confinado en celda de aislamiento semidesnudo, porque las autoridades le niegan ropa que no sea la de preso común que los convictos de conciencia se niegan a usar.
El 10 de septiembre, el régimen permitió que Ferrer se comunicara con su familia a través de un video, en donde dijo estar en la prisión de Mar Verde. Opositores dudaron de la veracidad de las imágenes, pues fueron difundidas por una página controlada por la Seguridad del Estado.